lunes, 13 de septiembre de 2021

¡Mi hija se casa!

 


Suenan campanas de boda en la distancia. ¡Nuestra hija se casa! El primer impacto te desborda por el cumulo de sentimientos que afloran en ti pero no hay que entrar en pánico. Esta situación se puede llevar con alegría y entusiasmo y en ello estamos en este momento.

Cuando recibes la noticia de que tu hija se casa, inmediatamente surgen una serie de emociones que hacen que el momento sea bonito pero no por ello más fácil de ‘digerir’; razón por la cual es normal que surjan preocupaciones y se creen expectativas de todo tipo.
Los recuerdos pasan a toda velocidad por la mente y el recorrido de imágenes de los momentos vividos conmueve profundamente. Y llega esa mezcla de sentimientos: satisfacción, emoción, nervios y también tristeza… ¡Nuestra hija se casa! ¿Cuándo pasó tan rápido el tiempo?
Los cambios en el núcleo familiar implican varias inquietudes. Y es que, aunque los cambios sean para bien, al principio intimidan. Esto es algo normal e inevitable. No obstante se puede manejar con alegría y entusiasmo si nos enfocamos en:

Ver a nuestra hija feliz y orgullosa.
Recibir a los nuevos miembros de la familia.
Alegrarnos al ver cómo ha crecido la familia y lo bonito que resulta tener la oportunidad de socializar con otros.

Mi hija se casa, ¿Cuál es el camino a seguir?

A partir de ahora, el camino a seguir es básicamente, ese prado de valores que cultivamos en nuestra hija desde su infancia más tierna. Ahora es cuando ella comprenderá esa senda por la cual los padres ya transitan con sus altibajos, sí, pero siempre con infinito afecto y comprensión.

Una boda que se aproxima es una oportunidad para aprender (o reaprender acerca del amor incondicional y el valor de esa palabra ). En estas circunstancias, todos aprenden y eso es un motivo de celebración porque permite que las distintas partes compartan sus puntos de vista, con optimismo y sabiduría. Ante todo, lo que los padres debemos transmitir a los hijos es seguridad y confianza en sí mismos para que puedan comenzar esta etapa nueva de su vida con buen pie.

Consejos para la madre

Decir mi hija se casa, puede representar para ti, desde una alegría a un suspiro agridulce de nostalgia. El hecho de que tu hija esté muy concentrada en su pareja y en todos los planes de la boda, no quiere decir que no necesitará de tus consejos y cuidados. Y de seguro, encontrarás un buen momento para darle consejos sobre la vida en pareja. A continuación, algunas reflexiones a tener en cuenta:

Respeta las decisiones de la pareja

Uno de los puntos al que deberás darle atención o reforzar será: el respeto. Estar dispuesta a dar un paso al lado cuando tu hija y su esposo tomen decisiones. Puede ser un asunto serio y un tanto duro, ya que como madre estarás acostumbrada a ejercer influencia sobre tu hija. Al crecer, aceptamos que los hijos tienen libre albedrío y que, aunque siempre podrán contar nosotros para guiarse, ya son capaces de avanzar por cuenta propia.

Con el nuevo matrimonio, puede que sientas la angustia de querer conducir ciertos asuntos de ella y eso no está bien. Así que, debes armarte de paciencia y aunque no te gusten las decisiones que ellos tomen, deberás respetarlas. Recuerda que es sano dejar que las personas se equivoquen para que aprendan por sí mismas. No siempre podemos evitar ‘lo malo’ ni eliminarlo del camino para ‘ahorrar el sufrimiento’.

Cultiva la paciencia

Es muy común que tu hija exprese dudas sobre aspectos de la boda. Pero no tienes por qué controlar todo y saber la solución a cada una de sus dudas. Deja que tu hija vaya adquiriendo experiencia por el uso pleno de sus facultades. Puede equivocarse en algo, seguro que sí. Pero no debes comenzar a ocupar el espacio que su futuro esposo tendrá y que ya tiene por haber formalizado un compromiso.

Actúa con prudencia

Cuando permites que la nueva pareja tenga su espacio para conversar y tomar decisiones, colaborarás para ir creando un ambiente relajado en el acercamiento de ambas familias. Y poco a poco, verás como tu hija te pedirá consejo respecto a algunos asuntos que considera no tener muy claros.

El ser prudente también abarca el hecho de saber cuánto decir, a quién y en qué momento. Un comentario sencillo y puntual sobre un asunto, puede ser suficiente en determinado momento. Y no extenderse a comentar de asuntos que no te han pedido.

Permite que todos los miembros participen

Al escuchar y hasta sentir la expresión “mi hija se casa”, es normal que quieras involucrarte en casi todos los aspecto. Y a medida que se acerque el día de la boda, quizás estés con el consentimiento de los novios muy compenetrada ya en los preparativos: vestido, recepción, invitados y cualquier otro detalle en el que te encuentres cómoda y te sientas útil.

No olvides involucrar a todos los miembros de la familia, en mayor o menor grado, para no excluir a ninguno. En especial, al padre. El hecho de que ambos padres se apoyen como matrimonio es un incentivo y un buen ejemplo para la feliz pareja. La participación activa de los miembros familiares ayudará a crear un ambiente más alegre, a la vez que se reforzarán los vínculos afectivos

A fin de cuentas, el matrimonio es un paso muy importante en la vida de cualquier persona. Nuestra misión a partir de ahora será respetar sus decisiones y espacio y alegrarnos por ella.
(Fuente: Mervis Romero)

jueves, 2 de septiembre de 2021

Eneatipo 9: el que quiere evitar el conflicto

En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 9 del Eneagrama de la personalidad.

miércoles, 1 de septiembre de 2021

Eneatipo 8: el que quiere tener el control

 En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 8 del Eneagrama de la personalidad.

martes, 31 de agosto de 2021

Eneatipo 7: el que teme sufrir

 En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 7 del Eneagrama de la personalidad.

lunes, 30 de agosto de 2021

Eneatipo 6: el que tema tomar decisiones

En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 6 del Eneagrama de la personalidad.

domingo, 29 de agosto de 2021

Eneatipo 5: el que teme expresar sentimientos

 En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 5 del Eneagrama de la personalidad.

sábado, 28 de agosto de 2021

Eneatipo 4: el que necesita atención

En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 4 del Eneagrama de la personalidad.

viernes, 27 de agosto de 2021

Eneatipo 3: el que necesita valoración

En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 3 del Eneagrama de la personalidad.

jueves, 26 de agosto de 2021

Eneatipo 2: el que necesita amor

En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 2 del Eneagrama de la personalidad.

miércoles, 25 de agosto de 2021

Eneatipo 1: el que quiere ser perfecto

En este vídeo, Borja Vilaseca explica de forma breve e introductoria el ego y la esencia del Eneatipo 1 del Eneagrama de la personalidad.

martes, 24 de agosto de 2021

El "Eneagrama" herramienta de Autoconocimiento

El Eneagrama es una herramienta de autoconocimiento que nos sirve para mirar a nuestro interior, poner en orden el desorden interno, entender porque somos como somos y poder recorrer el camino y tal vez después poder conocer a los demás. 

Borja Vilaseca nos irá presentando cada día uno de los 9 eneatipos.


(Fuente: Borja Vilaseca)

lunes, 23 de agosto de 2021

El "nido vacio" cuando los hijos se van de casa

 


Tu hijo ha decidido independizarse. Llega el día en que sale de casa con varias maletas y cajas llenas de sus cosas, y se produce un gran silencio cuando cierras la puerta.

Su habitación parece otra, no hay nada (o casi nada) suyo. De repente, sientes una gran sensación de vacío, tristeza y melancolía. 

Éste es el “síndrome del nido vacío”: un gran cúmulo de emociones  lideradas por la soledad cuando un hijo se va de casa.El ‘nido vacío’: cuando tus hijos se van de casa

Aunque pueda parecer que este problema sólo se presenta con la marcha del último vástago (si es que hay más), la sensación de pérdida se experimenta con cada uno de ellos, aunque el torrente de emociones y la intensidad de las mismas diferirán según el afecto que se tenga hacia ellos.

El ‘nido vacío’ no sólo se caracteriza por la soledad; también por el cambio que supone en tu vida.

El rol de padres lleva cambiando desde hace años. Puedes pensar cosas como que tus hijos ya no te necesitan tanto, pero quizá la necesidad sea otra.

Al crecer nuestras necesidades y capacidades cambian: ya no eres ese al que acudían para todo; tus hijos han crecido también y son capaces de realizar muchas cosas por ellos mismos.

Quizá no te necesiten como fuente de seguridad y estabilidad, pero no dudes que el vínculo afectivo que os une no lo puede romper nada ni nadie.

¿Cómo superar el síndrome del nido vacío?

Entonces, ¿Qué puedes hacer para superar este bache? Como la mayoría de problemas, el síndrome del ‘nido vacío’ se consigue superar.

Lo primero es no dramatizar y ponerse en lo peor. Vive el cambio como algo positivo, no negativo.

Apoya la marcha de tus hijos: éste es un grandísimo paso en sus vidas y en los tiempos que corren, muy complicado. Es para sentirse orgulloso de ellos, y de ti mismo: has criado a unos hijos capaces de independizarse y vivir por ellos mismos, algo que no es nada fácil.

Intenta no mostrar excesiva pena  por la marcha, para así no provocar sentimientos de culpa por “abandonaros”.

No creas que para ellos todo es alegría: también sienten esa nostalgia por abandonar su (hasta ahora) casa de toda la vida. Tendrán una mezcla de satisfacción y miedo, y vuestro apoyo será fundamental para gestionarla.

Aprovecha tu “nueva libertad”. Disfruta nuevamente de tu pareja. Es posible que, durante los últimos años, vuestro rol haya sido el de padres, pero no debéis olvidar que sois una pareja, y las parejas deben cuidarse.

Realiza actividades con ella que teníais “aparcadas”, apoyaos mutuamente y centraos en el otro en estos momentos; es más que probable que vuestra relación mejore al disponer de más tiempo para vosotros.

Disfruta tu nueva libertad, búscate un hobby

Haz cosas nuevas. Es un gran momento para buscarse un nuevo hobby ya sea pintar, coser, hacer deporte o incluso escribir un blog.
Lo importante es que te dediques a realizar actividades que te gusten y sobre todo, que disfrutes de ellas. Retoma planes que tenías olvidados o viajes que dejaste de lado.
Es el momento de abrir el baúl de “cosas que quiero hacer y aún no he hecho”.
No olvides que, aunque tu hijo se haya ido de casa, la relación con él sigue siendo la misma. No pierdas el contacto con él (siempre respetando su nuevo espacio y libertad).
No creas que se va a perder calidad en vuestra relación; todo lo contrario, entráis en una etapa nueva que será muy enriquecedora para ambos. No le has perdido: puedes seguir contando con él.
Recuerda: sentir esa tristeza es lo más normal del mundo. Tú quieres lo mejor para ellos, y no dudes que pueden conseguirlo por ellos mismos.
Ahora disfruta de ti, de tu pareja, de todas las cosas que podéis hacer y así, el ‘nido’ nunca estará realmente ‘vacío’.

(Fuente:  )

miércoles, 22 de abril de 2020

¿Como te recordarás ti mismo en unos años respecto a esta pandemia?

Quiero compartir contigo un microcuento extraído del ‘Libro de los Abrazos’ de Eduardo Galeano, ‘Un mar de fueguitos”
“Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo. A la vuelta, contó una historia. Dijo que había contemplado desde arriba la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
 -El mundo es eso-reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con luz propia entre todas las demásNo hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.”
Es precioso, ¿no os parece? Me ha hecho pensar en el fuego que quiero ser yo estos momentos, en la versión de mí mismo que quiero ofrecer a los demás… Sin duda, ¡me encantaría ofrecer la mejor versión, facilitar la vida de quien se cruce en mi camino vía Watshapp, Redes Sociales o Mail…! ¿Y vosotros?
Os invito a haceros el propósito a diario de dar lo mejor de nosotros a los que nos rodean, de poner las herramientas para hacer la vida más fácil al resto y así crear un buen recuerdo de nuestro paso por esta complicada situación. Con nuestros momentos bajos ¡por supuesto!, pero siempre buscando la mejor manera de vivir plenamente el día día.
Ahora, os vuelvo a repetir la pregunta:
¿Cómo recordarás tu YO de estos días dentro de unos años? ¿Serás un fuego que ni alumbra ni quema? ¿Un fuego sereno? ¿El fuego que llena el aire de chispas? O ¿El fuego que enciende al que se acerca a contemplarlo? ¿El fuego…?
(Fuente: Luis Galindo)

lunes, 20 de abril de 2020

Una propuesta para empezara a crecer en la adversidad durante el confinamiento

Chile. Inauguran el mayor centro de investigación nacional en cambio climático
Ha llegado a mis manos a través de Redes Sociales un relato del escritor italiano Alessandro Frezza, Se trata de una conversación entre el capitán de un barco y un marinero que se siente agobiado por no poder desembarcar en el Puerto a causa de una epidemia que les obliga a pasar la cuarentena en el barco. Reproduzco el fragmento de la conversación:
“- Capitán, el chico está preocupado y muy agitado debido a la cuarentena que nos han impuesto en el puerto, comunica uno de los marineros.
-¿Qué es lo que te inquieta chico? ¿Acaso no tienes bastante comida? ¿No duermes bastante?, pregunta el capitán al grumete.
-No es eso, capitán, no soporto no poder bajar a tierra y no poder abrazar a mi familia.
-¿Y si te dejaran bajar y estuvieras enfermo, soportarías la culpa de infectar a alguien que no puede aguantar la enfermedad?
-No me lo perdonaría nunca, aún si para mí han inventado esta peste.
-Puede ser. ¿Pero si no fuese así?
-Entiendo lo que queréis decir, pero me siento privado de la libertad capitán, me han privado de algo
-Y tú, prívate aún de algo más
-¿Me está tomando el pelo?
-En absoluto. Si te privan de algo sin responder de manera adecuada, has perdido.
-Entonces, según usted si me quitan algo, ¿para vencer debo quitarme alguna cosa más por mí mismo?
-Así lo hice en la cuarentena que viví hace 7 años.
– ¿Y qué es lo que os quitasteis?
-Tenía que esperar más de 20 días sobre el barco. Eran meses en los que esperaba llegar al puerto y gozar de la primavera en tierra. Hubo una epidemia. Nos vetaron bajar a Port April. Los primeros días fueron duros. Me sentía como vosotros. Luego empecé a contestar a aquellas imposiciones no utilizando la lógica.



Sabía que tras 21 días de este comportamiento se crea una costumbre, y en vez de lamentarme y crear costumbres desastrosas, empecé a portarme de manera diferente a todos los demás. Antes empecé a reflexionar sobre aquellos que tienen muchas privaciones cada día de su miserable vida y luego, decidí vencer.
Empecé con el alimento.  Me impuse comer la mitad de cuanto comía habitualmente, luego empecé a seleccionar los alimentos más digeribles, para que no se sobrecargase mi cuerpo, pasé a nutrirme de alimentos que, por tradición, habían mantenido al hombre en salud.
El paso siguiente fue unir a esto una depuración de pensamientos malsanos y tener cada vez más pensamientos elevados y nobles. Para ello, me impuse leer al menos una página cada día de un argumento que no conociera.
Me impuse hacer ejercicios sobre el puente del barco.
Un viejo hindú me había dicho años antes, que el cuerpo se potenciaba reteniendo el aliento. Me impuse hacer profundas respiraciones completas cada mañana. Creo que mis pulmones nunca habían llegado a tal capacidad y fuerza.
Por la tarde era la hora de las oraciones, la hora de dar las gracias a cualquier entidad por no haberme dado un destino de privaciones serias durante toda mi vida.
El hindú me había aconsejado también tener la costumbre de imaginar la luz entrar en mí y hacerme más fuerte. Podía funcionar también hacerlo para la gente querida que estaba lejos y así esta práctica también la integré en mi rutina diaria sobre el barco.
En vez de pensar en todo lo que no podía hacer, pensaba en lo que haría una vez bajara a tierra. Visualizaba las escenas cada día, las vivía intensamente y gozaba de la espera.
Todo lo que podemos obtener en seguida, nunca es interesante. La espera sirve para sublimar el deseo y hacerlo más poderoso. Me había privado de alimentos suculentos, de botellas de ron… Me había privado de jugar a las cartas, de dormir mucho, de ociar, de pensar solo en lo que me habían quitado.
-¿Cómo acabó capitán?”
-Adquirí todas aquellas costumbres nuevas. Me dejaron bajar después de mucho más tiempo del previsto.
-¿Os privaron de la primavera entonces?
-Si, aquel año me privaron de la primavera, y de muchas cosas más, pero yo había florecido igualmente, me había llevado la primavera dentro, y nadie nunca más habría podido quitármela”
Seria estupendo salir de esta situación con un nuevo aprendizaje , para salir fortalecido de ella. Ir más allá de los miedos iniciales. Transformar esos miedos que nos bloquearon en un primer momento en un trabajo de crecimiento interior. ¡Porque es normal tener miedo! ¡Y es normal sentirse vulnerable!  Tener miedo a la enfermedad, temer por nosotros y por nuestra familia y amigos, temer por la incertidumbre económica o por lo que nos deparará el futuro, tener momentos más bajos anímicamente, encontrarnos tristes por los datos que nos transmiten, momentos de rabia e incomprensión sobre la situación… ¡Es totalmente normal!
Pero hoy os quiero pedir un esfuerzo. Un pequeño-gran esfuerzo. Como bien dice en el cuento, para adquirir un hábito hace falta realizar una acción vinculada con este hábito durante un periodo de tiempo de unos 20 o 21 días. Pues bien, en este post, os quiero emplazar a que os iniciéis en algún hábito que lleváis tiempo anhelando y que, ahora, por la situación actual en la que nos encontramos podemos llevarlo a término. Os propongo que os marquéis objetivos que supongan un crecimiento personal. Bien sea aprender a cocinar, perfeccionar un idioma, acompañar a vuestros hijos en sus tareas o dedicar una parte del día a la lectura o a la música, iniciarse en la meditación, en el ejercicio… ¡Lo importante es que esté vinculado con alcanzar una meta que siempre habéis deseado!
Una vez marcado ese objetivo, tenéis que repetir esa acción durante un tiempo prudencial. Se estima que son 21 días para que lo incorpores a tu día a día. Cuando lo hayáis conseguido, es el momento de ir a por otro objetivo, a por otra meta que deseéis alcanzar… Poco a poco, paso a paso… . Incorporando hábitos sin presiones, sin importar si un día nos cuesta más que otro, incluso, sin importar si un día no lo realizamos … ¡porque volveremos a incorporarlo en los próximos días!
¿Os imagináis saliendo de esta situación más fuertes como personas? ¿Más ricos interiormente? ¿Con la primavera dentro de cada uno de nosotros como el capitán del barco italiano?
(Fuente: Luis Galindo)

miércoles, 19 de febrero de 2020

Descubrir tus valores, es darle sentido a tu vida

A lo largo la vida las personas tienen que hacer una revisión de sus valores para poder alcanzar el sentido: saber qué es lo que te importa y lo que no, para actuar en consecuencia y dirigirte a ello.
Da igual que «a priori» esos valores sean superficiales, difíciles de alcanzar o que impliquen un sacrificio a largo plazo: simplemente a ti son los que te hacen feliz y estar bien contigo misma/o.
Pero surgen algunas preguntas: ¿Qué pasa cuándo no los tengo claros? …Pues muy probablemente, me vaya a encontrar perdido/a. Por ello, vamos a ver unas metáforas y ejercicios que ayuden a que estos valores salgan a la luz. Porque descubrir tus valores es darle sentido a tu vida.

La metáfora del «Acto homenaje»

Este es un ejercicio de reflexión intenso y algo duro pero revelador y hermoso a la vez, así que te animo a hacerlo cuando creas que puedas, prestando la máxima atención Vamos a ver el relato de una metáfora para que después reflexiones acerca de ella:
«Imagina que realizan un acto para recordarte cuando ya no estés. En él, se encuentran las personas que han pasado por tu vida y que han supuesto algo para ti.
Tienen que leer lo que para ellos fuiste en la vida, lo que representaste para ellos y los demás. Leerán en voz alta : «Mi hermana, mi amiga, mi madre….una persona que se caracterizó por….». Bien, ahora quiero que pienses que es lo que te gustaría que ellos dijesen de ti, cómo te gustaría que se te recordarse.
Seguramente te disgustaría que leyeran «Mi amiga, una persona que por miedo no se atrevió a luchar por lo que sentía», «mi madre, que no tuvo suficiente tiempo para mi». Creo que a ninguno de nosotros nos gustaría escuchar eso. Así que piensa cómo te gustaría que se describiese tu paso por el mundo.
Si te gustaría que se contasen que has sido una buena amiga, alguien capaz de sobreponerse a las dificultades. Alguien que luchó por lo que quería y vivió la vida en base a sus convicciones. Reflexiona y escríbelo. Ahí tienes la primera información relevante, inferida y a grandes rasgos….de lo que a ti te importa, y por tanto; tus valores».
Esta metáfora nos pone en conexión con nuestro yo más íntimo. Muchas personas pasan por graves crisis de identidad y existenciales, y necesitan poner en orden lo que sienten y lo que quieren para caminar con sentido.Veamos ahora otra metáfora que te ayudará a perfilar lo que ya con ésta has obtenido en claro.

La metáfora de las malas hierbas y las flores

Puede ser que sepas cuáles son los valores a los que quieres encomendar tu vida, para que ésta tenga sentido y suponga un viaje agradable. Sin embargo, a veces es cómo si fuera imposible llevarlo a cabo.
Tu mente te juega malas pasadas  y los recuerdos, traumas y decepciones del pasado ocupan más tiempo y espacio en tu mente que tus logros y motivaciones. Vamos a intentar que aclares algo de esto para que puedas caminar más ligero, con sentido pero tolerando y aceptando el malestar que todo camino vital tiene:
«Imagina que tienes un jardín. Está lleno de preciosas rosas que quieres mantener.El jardín es importante para ti y conseguir mantener esas rosas y lograr que salgan otras flores sería fantástico para ti. Pero en el jardín hay también malas hierbas.
A veces pasas mucho tiempo quitando malas hierbas, pero éstas salen cada vez más fuertes y en más espacios.Por tu insistencia en que no haya en tu jardín malas hierbas, has descuidado las rosas, aquello que es lo que le da sentido a tu jardín. Se han llegado a marchitar.
Las rosas están marchitas y las malas hierbas se ven ahora más que nunca. Antes casi no se veían, porque hubo un tiempo en el que te dedicaste a tus rosas y a dejar estar las malas hierbas que nacen en cualquier jardín, pero que se quedan muy pequeñas ante la rotundidad y belleza de las grandes rosas rojas».
Reflexiona acerca de esta metáfora, y ponla en relación con lo que sucede en tu vida y tu mente : ¿Desde hace cuanto tiempo has dedicado más tiempo a eliminar malos sentimientos y pensamientos, que a luchar por lo que realmente quieres en tu vida? 
Porque los malos pensamientos son como las malas hierbas de tu jardíncuanto más te empeñas en eliminarlos, más presentes se hacen. Si los dejas estar y toleras el malestar que a veces te producen, tendrán mucho más tiempo para dedicar a esas rosas importantes en tu vida: tu independencia, autosuficiencia, viajes,pasión, superación o calma.
Tienes que luchar por aquello por lo que solo TÚ consideras importante en tu vida, sin compararte con nadie. Tus rosas, tus valores, no merecen que tu tiempo se dedique a prestar atención solo a las malas hierbas.

Diseñando la estrategia y el camino a los valores

Ahora necesitas  organizar tu estrategia para conseguir los valores que has detectado tras la reflexión de las metáforas, poniendo énfasis en lo que puedes hacer a partir ahora para conseguirlo.
Identifica las áreas valiosas de tu vida (familia, amigos, ocio, formación…etc); y establece una dirección valiosa para cada una de ellas. Escribe las acciones que estás dispuesto/a a hacer para alcanzarlas y las barreras (psicológicas y ambientales) que te ponen difícil obtener esa dirección valiosa.
Si la dirección valiosa es aprobar una oposición, establece acciones concretas a largo plazo para conseguirlo (estudio, organización del tiempo, temario, renuncias), y también las barreras que crees que tienes y que te ponen difícil esa camino (inseguridad, inestabilidad…).
Y no te olvides de hacerte otra pregunta : ¿Si no tuvieras ese problema, qué harías en tu vida para ser feliz?… Te das cuenta de que los problemas se toleran cuando de verdad algo te compensa. Porque «quién tiene un porqué, podrá soportar cualquier cómo».
(Fuente: Cristina Roda Rivera)

lunes, 25 de noviembre de 2019

¿Cómo digerir a esa persona... que no puedes tragar?



Para aligerar el malestar que te causa, puedes elaborar una lista de diez cualidades positivas que puedes percibir y apreciar en esa persona. Esto no quiere decir que tenga que gustarte; simplemente, limítate a ser objetivo y a apuntar las buenas cualidades que tiene.
¿Te parece imposible decir algo bueno de tu “enemigo”? Piensa que durante la Segunda Guerra Mundial los soldados británicos y alemanes tuvieron la posibilidad de apreciar y de leer sus recíprocas literaturas, e incluso respetaron sus técnicas de batalla. Los soldados ingleses disfrutaron oyendo a Brahms y a Beethoven.

Si puedes centrar tu mente en los buenos aspectos de la gente que pensabas que odiabas, este proceso digestivo disuelve gradualmente el odio, porque es difícil odiar a alguien que aprecias, explica Anne Naylor. Con este sencillo ejercicio puedes eliminar, o digerir, cualquier cosa que haya estado envenenando tu sistema, sin que importe cuál ha sido el motivo de tu amargura previa. Ganarás el enriquecimiento de tu propio bienestar y compasión.

lunes, 29 de abril de 2019

No importa si los hijos no resultan como esperabamos....



Imagen relacionada
Todas las madres y padres albergamos la esperanza de que ese ser que nos acompañó tanto tiempo, que albergamos en nuestras entrañas  y del que fuimos responsables desde el preciso instante en que supimos de su existencia, se convierta en un futuro muy cercano en un ser excepcional, un hombre bueno, sano, inteligente  y provechoso, que forme hermosa familia y que siempre tenga un camino lleno de luz.
Pero no todo en la vida permanecerá bajo nuestro control, por doloroso que sea nuestros hijos tomarán su camino, aunque muchas veces no es el camino que nos gustaría verlos recorrer.  Entonces surgen las dudas, lo habré hecho bien?, que deje de hacer?, fui buena madre o padre?
El caso es que hay algo importante que debemos entender, si bien somos responsables de dar las herramientas a nuestros hijos, infundir valores,  principios y todo aquello que consideramos necesitarán en algún momento de su vida, esto no significa que anulemos su libre albedrío, y que ellos priorizarán cada palabra que grabamos en su alma a la hora de tomar una decisión, aunque es lo que nos gustaría,  no siempre es la realidad.
En el peor de los casos, nuestros hijos toman rumbos dolorosos, caminos poco claros, amigos inconvenientes, parejas, vicios, actitudes… y muchas otras cosas que quisiéramos jamás hubieran conocido,  y qué madre o padre no prefiere mil veces padecer cualquier  sufrimiento antes que su hijo lo padezca?
He aquí el punto a reflexionar, es este amor tan grande, tan puro y verdadero lo que nos hace triunfadores. Un padre y una  madre tienen éxito, decida su hijo lo que decida, porque el camino que tome su hijo no les hará  dejar de amarlo jamás, su amor es incondicional, imperecedero, implacable y genuino. El amor de una madre  y de un padre trasciende todos los deseos,  todas las opiniones y todos los juicios, quizás por ello nadie comprende mejor que el corazón de un padre o una  madre y ninguna persona consiga jamás mejor asidero en el mundo que el regazo  de sus padres, con muy pequeñas  excepciones.
Si bien ser padres ya resulta una gran satisfacción, pues enseña  un amor inigualable, también resulta doloroso y en muchos casos una vida de angustia y pesar. El sólo  hecho de haber tomado la enorme responsabilidad de traer una vida a este planeta, ya las hace triunfadores, su ser trascendió la individualidad  y su amor se verá  reflejado siempre en sus hijos donde quiera que vayan.
Guía a tu hijo, pero especialmente acompáñalo,  incluso en esas decisiones que ante nuestros ojos y corazones no siempre sean las mejores, confía en tus palabras, confía en tu amor, porque pase lo que pase, ese amor que sembraste en tu hijo sera lo primero recordará  y lo último que olvidará.

domingo, 21 de abril de 2019

El éxito en la vida es cuestión de actitud

Podemos comenzar por hacernos las siguientes preguntas, ¿cuál es tu actitud de hoy? ¿cómo es tu manera de ver las cosas? ¿cómo reaccionas frente a los sucesos de la vida?.
Tener éxito en todo lo que hacemos y en cada camino que escogemos, no es cuestión de suerte, es definitivamente cuestión de actitud
Tus actitudes y comportamientos son un reflejo de lo que sientes en tu interior y de lo que los demás piensan sobre ti.
A través de la actitud tenemos la potestad de construir o destruir el éxito o el fracaso en nuestra vida, de allí que algunas personas sean capaces de irradiar buena energía tan sólo con entrar a un lugar determinado, lo mismo ocurre con aquellas que están rodeadas de pensamientos negativos.
Evidentemente, no todos los días podemos conservar una actitud positiva, enfrentamos penas y tragos amargos que no tiene sentido ocultar, sin embargo, nunca olvides que toda acción genera una reacción y ser positivo siempre nos dará ventaja frente a los avatares de la vida.
Mantener una actitud positiva frente a la vida, no tiene que resultarnos cuesta arriba, sencillamente debemos seguir algunos consejos que nos ayuden a mantener esta actitud:
En principio se agradecido, cuando prácticas la gratitud eres más feliz y de esta manera tu actitud ante la vida, siempre será más positiva y beneficiosa incluso para tu salud, en aquellos momentos de prueba donde se nos presentan obstáculos, debemos ser agradecidos con más razón todavía.
En segundo lugar, ayuda a los demás, no hay nada que llene de mayor placer que tender la mano a todo aquel que lo necesita y sin duda, siempre cultivarás una mejor actitud.
En tercer lugar, rodéate de personas positivas, elimina de tu vida todos esos pensamientos tóxicos que contaminan tu entorno, comentarios destructivos, críticas a la vida de los demás, calumnias y malas intenciones. Depurando tu entorno, podrás llenar de buenas energías todo lo que recibes de el.
En cuarto lugar, visualiza lo mejor de ti, cree en ti mismo, siempre aprende a ver lo mejor de ti, esto no significa tratar de ser extremadamente perfeccionista o ser muy duro contigo, sencillamente alimentar de forma positiva la autoestima.
Y en última instancia, practica la meditación, estos espacios de tranquilidad y serenidad te ayudarán a cultivar esas actitudes de sosiego que nos permiten depurar nuestros pensamientos y mantener una actitud más acorde con la vida que deseamos llevar, es inevitable dejarse arrastrar por la rutina y lo agobiante de las responsabilidades, sin embargo, esto no tiene que traducirse en una vida tortuosa, por el contrario, podemos hacer de nuestra vida, un panorama de armonía y placer en cada cosa que hacemos.
(Fuente: El rincón del Tibet)