domingo, 24 de enero de 2016

Como resolver problemas de comunicación en la familia



¿Quién no ha sentido curiosidad por saber lo que hacen sus hijos? Muchas veces nuestra ansiedad por conseguir respuestas no consigue más que evasivas y nuestras prisas por escuchar lo que queremos oír nos aleja de la opinión que ellos tienen sobre el tema. Todo esto se puede solucionar simplemente aprendiendo a superar los problemas de comunicación que podemos tener con nuestros hijos y que terminan alejando a la familia.
Consejos para solucionar problemas de comunicación

Si no tenemos una actitud abierta ni estamos dispuestos a escuchar nos podemos encontrar con una negativa al iniciar una conversación: “Otra vez el mismo rollo de siempre”. Y aunque seamos capaces de expresarnos de manera no verbal, con un simple gesto, en general la falta de diálogo afecta gravemente a la comunicación en familia.

Algunas pautas para  una comunicación fluida entre padres e hijos:

Elige el momento y el lugar adecuado

Intentar mantener una conversación durante la hora de la comida con la televisión encendida mientras tus hijos tienen la cabeza metida en sus móviles puede resultar complicado, y tanto la tecnología, como no saber acercarnos a nuestros hijos,representa uno de los primeros problemas de comunicación que debemos atender. Déjales su espacio, dentro de tus normas, y habla con ellos en un entorno tranquilo, cuando ellos y tú estén más relajados y la conversación pueda fluir de manera natural, es en esos momentos donde se debe aprovechar para hablar de esos temas que pueden incomodar, muchas veces.

Nunca generalices y mantén una postura positiva

Comentarios como “siempre te portas mal” no van a ayudar a tu hijo a comportarse mejor y es uno de los principales problemas de comunicación con un hijo. De hecho pueden llegar a confundirlo, porque realmente ambas partes saben que no siempre lo hace. En este sentido, es mejor mostrarles una pauta de mejora: “¿has visto lo bien que te sale ahora?”.

No uses etiquetas

El bueno, el malo, el listo, el tonto… calificar a tus hijos por un hecho puntual que ha ocurrido en el pasado o por cosas que pasan actualmente está totalmente fuera de lugar. Primero porque estamos acostumbrando a nuestros hijos a que cataloguen con total tranquilidad a las personas que los rodean y segundo, porque ellos van a asumir el rol que le indican. Presentar a tu hijo como “éste es el travieso” puede ayudarle a reforzar este comportamiento negativo, igual piensa que es lo que se espera de él.

Evita las discusiones frente a ellos

Tus hijos, aunque no lo parezca, están escuchando y en muchos casos reteniendo todo aquello que hablas con tu pareja. Un simple reproche, por ejemplo, “siempre llegas tarde” puede dar lugar a comentarios por su parte del tipo “por qué me regañas si mamá/papá hace lo mismo”.

Aprende a escuchar

Si no entiendes bien lo que tus hijos quieren decirte ayudarlos se convertirá en una tarea casi imposible. No estamos hablando solo de que aprendas algunas palabras de su jerga o de que estés al día de las actividades que le gustan. Para superar este problema de comunicación necesitas comprender cuáles son sus necesidades, que cosas le afectan más que a los demás y cuáles valora.

Se coherente

No te contradigas, si ayer algo que hizo tu hijo te pareció bien y hoy le dices que está mal vas a lograr confundirlo. En caso de que sea necesario tendrás que explicarle el motivo por el cual la situación ha cambiado y asegurarte de que lo entiende. Y por supuesto, practica con el ejemplo, es difícil que tu hijo cambie algo de su comportamiento si tú estás haciéndolo todo el tiempo.

Sin reproches

Empezar una conversación recordando constantemente los errores cometidos no suele acabar bien. Por el contrario, hablar con tu hijo en una posición inicial de igualdad puede ayudarle a que sea partícipe de la misma, a que entienda con naturalidad lo que quieres expresarle y ponga de su parte para solucionarlo.

No tengas prisa

A veces estamos ansiosos por escuchar de la boca de nuestros hijos las palabras que deseamos oír. Igual ha hecho algo que consideramos inaceptable y queremos una disculpa y arrepentimiento inmediatos. Pero esto no suele funcionar así. Construye tu argumento de una manera sólida y que la conversación te lleve a donde quieres ir (o a donde tenga que ir) para que él pueda darse cuenta por sí mismo de lo que ha hecho y por qué debe evitarlo en el futuro.
(Fuente: Vida Lúcida)

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