Mal comportamiento, rabietas, gritos, reclamo de atención, faltas de respeto, indiferencia, falta de colaboración y un largo etc, podrían ser los retos al que se enfrentan quienes conviven con niños
¿Pero qué pasaría si te dijera que no todo es lo que parece? ¿Qué detrás del mal comportamiento del niño hay un mensaje oculto?
Todos los seres humanos nos movemos por un propósito y este es el de la conexión, sentir que pertenecemos y que somos significativos o contributivos a un grupo, a una comunidad, a una familia.
Los niños tienen una necesidad imperiosa de sentir conexión con el adulto y movidos por esa necesidad persiguen la conexión de la manera que su desarrollo evolutivo y sus experiencias de vida le han permitido, no es una decisión voluntaria, es algo que viene predeterminado por su cerebro primitivo, recordad que somos seres gregarios, necesitamos de los demás para sobrevivir.
Niños que movidos por su naturaleza infantil y por su necesidad de conectar llegan a la conclusión de que la única forma que tienen de hacerlo es a través de comportamientos que nosotros calificamos de inadecuados y disruptivos.
¿Quién soy? Soy bueno, soy malo, soy adecuado, soy inadecuado, soy capaz, incapaz.
¿Cómo son las personas que me rodean? Son motivadoras, no son motivadoras.
¿Cómo es el mundo? Es alentador o sólo puedo reaccionar para sobrevivir.
Imaginaos, por ejemplo a Sara que parece estar esperando a que hables por teléfono para reclamar en ese preciso instante tu atención de una forma reiterativa, o bien el niño que parece esperar a que te encuentres a alguien al que quieres saludar para necesitar de tu exclusiva atención ¿Cuál es tu tendencia natural? ¿Le prestas atención, corrigiéndole e incluso dándole una pequeño sermón como… “¿Sara cuantas veces he de decirte que esperes a que acabe de hablar?”. ” Te he dicho una y mil veces que cuando hablo por teléfono esperes a que acabe”.
Por otro lado tenemos a Miguel empujando a los niños en la fila para estar en primer lugar. Suele quitar la pelota cuando está en el patio jugando con otros. Te reta constantemente en la clase con actitud desafiante y obstinada, comienza a hacer sus tareas a regañadientes. ¿Tú tendencia no sería demostrar a Miguel que él no manda?
Tenemos también a Jaime, la mamá de Jaime ha estado toda la semana de viaje de trabajo y cuando vuelve a casa, encuentra a Jaime que está pintando un dibujo, esta mamá se vuelca en dar besos y arrumacos a Jaime y le dice con una sonrisa de oreja a oreja cómo le gusta el dibujo que está haciendo, entonces Jaime enfurruñado rasga el dibujo en mil trozos y mira a su mamá con fuego en los ojos diciendole “no te quiero”.Tenderíamos de forma natural a contener a duras penas nuestro sentimiento de incredulidad y de dolor, intentando recomponernos del sentimiento de culpa.
Por otro lado está Ana que se da por vencida incluso antes de iniciar cualquier cosa. No importa cuanto la quieras persuadir no lo intenta. Hace todo lo posible para parecer invisible hasta que dejas de pedirle algo.
Es probable que termine etiquetada con un problema de aprendizaje.
Aquí tenemos unos ejemplos de “mal comportamiento o comportamientos inadecuados” y de las reacciones que por regla general solemos tener los adultos ya que sólo estamos prestando atención al comportamiento.
Hoy quiero compatir contigo EL CÓDIGO DEL MAL COMPORTAMIENTO, te voy a hablar de CUATRO METAS ERRADAS en las que un niño puede instalarse porque llega a la conclusión de que es la única forma que tiene de conectar contigo.
1- ATENCIÓN EXCESIVA
COMPORTAMIENTO DEL NIÑO
El niño se pone pesado, fastidioso, reclama constantemente tu atención, se queja sin parar, exige.
No es el niño que está haciendo su trabajo y te llama en alguna ocasión para enseñarte algo, es el niño que reclama tu atención de manera excesiva o el tipico graciosillo de la clase o ese niño que tiene gustos diferentes o extraños y le gusta mostrar que es diferente, y tú te preguntarás ¿Cómo ante comportamientos tan distintos puedo saber que le motiva a portarse así?. La respuesta está en nosotros mismos, ya que tenemos que identificar que sentimiento nos provoca esa conducta, una vez la tengamos identificada podremos seguir descifrando este código.
SENTIMIENTO DEL ADULTO
En este caso nos sentimos molestos, irritados, preocupados o culpables.
Molestos porque pensamos ¡ayy este niño que pesado es!, irritados cuando a base de insistir decimos ¡anda déjame un ratito tranquila!, preocupados porque pensamos que no sabemos porque se porta así y culpables cuando nos decimos a nosotros mismos que le hemos permitido demasiado, que no sabemos en qué nos hemos equivocado o qué habrás estado haciendo mal.
REACCIÓN DEL ADULTO
Persuadimos al niño para que cambie su actitud.
Rescatándole (haciendo por él cosas que puede hacer sólo).
Gritándole para que pare.
Advirtiéndole ¡cómo no pares…!.
Dejándole ¡déjame 5 minutos…!.
RESPUESTA DEL NIÑO
El niño para unos instantes para luego reanudar lo que estaba haciendo o elige otro comportamiento aún peor.
CREENCIA DETRÁS DEL COMPORTAMIENTO
Sólo soy importante cuando tengo atención constante, cuando los otros me notan.
Cuando no me atienden, no me quieren.
Te necesito para estar seguro y saber que cuento para ti.
Me asusta que no me quieran y te necesito para no sentirme sólo.
MENSAJE QUE QUERRÍA TRASLADARTE
Nótame, involúcrame de manera útil.
RESPUESTAS POSITIVAS Y EFICACES
Necesita ser escuchado. Escucha lo que te cuenta con atención.
Tiempo especial sólo para él que se pueda pactar.
Ignorar la conducta pero nunca al niño ni a sus emociones ( tocar al niño mientras terminas de hacer lo que estabas haciendo).
Abrázale porque si.
Mírale mientras te habla, sorpréndete.
Disfruta de su compañía.
Enséñale a hacer las cosas por si mismo
Respeta tu tiempo y tu espacio también, hay momentos para todo.
Piensa en qué puede ayudarte y propónselo.
Redireccionar involucrando al niño en una tarea útil (te quiero y pasaré un rato especial contigo cuando acabe lo que estoy haciendo)
2- PODER NO CONSTRUCTIVO
COMPORTAMIENTO DEL NIÑO
Desafiante, negándose a hacer lo que se le dice o haciéndolo cuando le parece expresando así un poder pasivo.
SENTIMIENTO DEL ADULTO
Se siente constantemente retado, provocado, amenazado, desafiado.
REACCIÓN DEL ADULTO
Algunas veces cede hasta que se siente superado y reacciona tratando de obligar al niño a que ceda él, mediante castigos o luchas de poder con lo que la actitud desafiante se agrava más.
Peleando, pensando (no te vas a salir con la tuya, te obligaré, él no tiene razón , no le voy a dejar que se suba a mi chepa).
RESPUESTA DEL NIÑO
Intensifica su comportamiento, obedece pero desafiando y sintiendo que ha ganado cuando el adulto está molesto aún cuando ha obedecido. Dice que si, pero no lo cumple. Se cree vencedor si el adulto se altera.
CREENCIA DETRÁS DEL COMPORTAMIENTO
Sólo me siento importante cuando mando yo o impido que tú mandes, cuando te demuestro que no puedes obligarme ni detenerme.
MENSAJE QUE QUERRÍA TRASLADARTE
Déjame ayudar, dame opciones.
RESPUESTAS POSITIVAS Y EFICACES
No pelear, ni entrar en luchas de poder, ni ceder.
Emplear amabilidad y firmeza al mismo tiempo.
Pide ayuda (dile que no puedes obligarle pero que te encantaría contar con él y con su colaboración)
Retírate a tranquilizarte.
No hables y actúa.
Establece rutinas junto al niño. Deja que las rutinas sean quienes manden.
Interésate por lo que le gusta.
Háblale de lo que te gusta a ti
Proponle hacer cosas juntos, compartiendo buenos momentos, divirtiéndote a su lado.
Siéntate a charlar de lo que te preocupa y pregúntale que se le ocurre para arreglarlo.
En momentos de pelea cuenta hasta 10.
Negocia para encontrar una buena solución que os haga felices a todos.
Ofrece opciones limitadas
Son niños que reclaman el poder porque quizás de pequeño se le ha facilitado todo y nunca o casi nunca se le ha permitido equivocarse, mancharse, explorar, experimentar, aprender, no se siente empoderado. Imaginaos esto que bomba de relojería puede resultar para un adolescente.
Frases como
Confío en ti
Sé que me puedes ayudar
Sé que podrás llegar a hacerlo tú sólo.
Sé que no te puedo obligar pero confío en que sabes lo que tienes que hacer.
3- VENGANZA
COMPORTAMIENTO DEL NIÑO
Comportamiento destructivo o autodestructivo, agresivo, hiriente, grosero, vengativo.
SENTIMIENTO DEL ADULTO
Herido, incrédulo, lastimado, decepcionado.
REACCIÓN DEL ADULTO
Vengativo, contraatacando, sintiéndose como una víctima (¿cómo pudiste hacerme esto?), castigando.
RESPUESTA DEL NIÑO
Intensifica y empeora su conducta o escoge otra arma.
CREENCIA DETRÁS DEL COMPORTAMIENTO
No creo ser importante para nadie, me han hecho daño, así que yo haré lo mismo. Nadie puede quererme ni puedo agradar a nadie.
MENSAJE QUE QUERRÍA TRASLADARTE
Estoy dolido, me siento incomprendido, reconoce y valida mis sentimientos.
RESPUESTAS POSITIVAS Y EFICACES
Reconoce y valida sus sentimientos.
No actúes cuando estás herido, mejor retírate, cálmate y habla con el niño después tratando de llegar a acuerdos que sean muy claros y apropiados.
No le castigues ni emplees represalias
Pide perdón si has metido la pata.
Sé cariñoso. Abrázale, bésale.
Pregúntale cómo se siente y escúchale con atención
Dile lo mucho que le quieres y que le querrás siempre pase lo que pase.
Comparte tus sentimientos.
Alienta sus fortalezas.
4- INSUFICIENCIA APRENDIDA
COMPORTAMIENTO DEL NIÑO
El niño se muestra como ausente, indiferente, pesimista y desesperanzado e inútil, no hace nada, ha asumido que no puede.
SENTIMIENTO DEL ADULTO
Desesperado, inútil nada parece dar resultado, frustrado.
REACCIÓN DEL ADULTO
Compararle con otros (con la intención de que reaccione), criticarle o hacer el trabajo por él rescatándolo, o rindiéndose (no hay nada que hacer con él).
RESPUESTA DEL NIÑO
Se retrae aún más, se vuelve pasivo, no muestra mejoría ni responde, confirma que no vale, se hunde.
CREENCIA DETRÁS DEL COMPORTAMIENTO
Es imposible qué importe a alguien, no soy suficiente, soy inferior a los demás ¿para qué intentarlo? no lo haré bien.
No me quieres porque no soy perfecto por eso espero convencer a todos de que no esperen nada de mí y así no decepcionaré.
MENSAJE QUE QUERRÍA TRASLADARTE
No te rindas, enséñame paso a paso.
RESPUESTAS POSITIVAS Y EFICACES
No te rindas, demuéstrale que crees en él, que tienes fe y confianza en que podrá.
Recuérdale todo lo que ha logrado y ayúdale a practicar en lo que necesite, pero no lo hagas por él.
Ten mucha paciencia.
Hazle ver sus fortalezas y haz hincapié en cada logro por muy pequeño que este sea.
Desglosa la tarea en pasos pequeños.
No le compadezcas usa un lenguaje positivo y alentador.
Disfruta de su compañía sin más pretensiones.
Espero que a partir de ahora te imagines un cartel con el mensaje oculto que el niño querría trasladarte si pudiera.
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