domingo, 30 de marzo de 2014

¿Contagias energía o la robas?


Los equipos son estados de ánimo, como lo son las familias o los grupos de amigos. Podemos estar en entornos donde nos sentimos bien y en otros donde nos venimos abajo. Hay personas que nos contagian energía positiva y nos animan a dar lo mejor de nosotros mismos; otras, sin embargo, preferimos estar a varios kilómetros de distancia por su visión tan negativa o por el poco entusiasmo que nos generan. Estas últimas son los “ladrones de energía” y seguro que todos conocemos a alguno. Tanto unas como otras conviven en los equipos (familias, amigos…) y de dicha interacción depende el rendimiento y parte de la felicidad de sus miembros. Ya sabemos,con energía negativa es muy difícil sentirse con fuerzas, ser optimista y, por supuesto, rendir en el trabajo. Sin embargo, la ciencia no se contenta con intuiciones y se apoya en métodos rigurosos para saber de qué depende que seamos energizantes o no.
Rob CrossWayne Baker y Andrew Parker, investigadores de la Universidad de Virginia, de Michigan y de Stanford, respectivamente, utilizaron por primera vez técnicas analíticas y matemáticas para estudiar cómo se distribuye la energía de las redes sociales en una organización. Cada red social tenía entre 44 y 125 personas, y en ellas unos destacaban por ser energizantes (personas que aportan y contagian energía), y otros por ser desenergizantes (personas que la roban o la destruyen en los equipos). En la investigación clasificaron a unos y a otros, y lo más importante, identificaron los motivos que había debajo. Para ello, realizaron entrevistas donde valoraron el tipo de liderazgo, los roles, sus motivaciones, la opinión que tenían hacia otros compañeros… En definitiva, buscaron que los entrevistados compartieran su visión sobre sus interacciones cotidianas y qué repercusión tenía en su trabajo. De todo ello, listaron las cualidades que caracteriza a una persona energizante. Veámoslas a continuación para poder aplicarlas a nuestro día a día:
  • Aporta ideas que inspiren. Las personas que participaron en la investigación resaltaron la capacidad de los energizantes para crear una visión que estimula. Mientras que los “ladrones” ven obstáculos a cada paso, los otros aportan posibilidades realistas para alcanzar los objetivos.
  • Deja espacio para que los demás contribuyan. Si para aportar energía es necesario contribuir, también lo es permitir que los demás participen y se sientan escuchados. En la investigación, cuando describían a los desenergizantes hablaban de personas que parecían conocer todas las respuestas y no creaban oportunidades para escuchar otros puntos de vista, lo que terminaba en la ley del silencio o del aburrimiento. Así pues, la escucha activa potencia la energía positiva y crea ambiente de aprendizaje.
  • Ser flexible. Los energizantes mostraron apertura para abordar los objetivos. Los investigadores descubrieron que estos asumían el cambio, no se peleaban por un camino preconcebido, sino que se adaptaban a las circunstancias.
  • Busca el beneficio colectivo (sin olvidar el sentido del humor). Las personas entrevistadas definían a los energizantes como comprometidas e íntegras. Consideraban que anteponían el beneficio colectivo al personal y destacaban la coherencia entre lo que decían y lo que hacían. Además, cuando hablaban de la intensidad que había en algunas interacciones, usaban el sentido del humor para relajar el ambiente.
  • Expresa esperanza. Las emociones ayudan a la energía positiva o negativa y, curiosamente, los investigadores descubrieron que la esperanza jugaba un papel crucial. En la medida que seamos capaces de expresar posibilidades futuras sinceras pero optimistas hasta en momentos complicados, ayudaremos a despertar el entusiasmo en los otros.
Fórmula
Todos podemos contagiar energía positiva en la medida que aportemos ideas convincentes, dejemos espacio a la contribución de los demás, seamos flexibles, busquemos el bien común y expresemos esperanza hasta en momentos difíciles. 
(Fuente: Pilar Jericó)

viernes, 21 de marzo de 2014

Cuento: monedas en los zapatos

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo  y su maestro debido a la bondad y sabiduría que inspiraba.
Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias.
zapatos viejosEl alumno dijo al profesor: Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre. Observaremos su reacción psicológica.
Mi querido amigo -le dijo el profesor-, nunca tenemos que divertirnos a expensas de los demás y menos de los mas humildes.
Sinembargo, tu que no pasas necesidades,  puedes darle una alegría a este hombre.  Coloca unas monedas en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre.
Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos.  El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo.
Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y  encontró las monedas.  Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado.  Miró la monedas, una y otra vez .
Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie.  Las guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar las otras monedas.
Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida podrían comer los próximos días.
El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas.
Ahora- dijo el profesor- Observa como te sientes .¿ No estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?
El joven respondió: Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré.  Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir. 
¡Guarda esto en tu corazón : El secreto de la vida es dar !

jueves, 20 de marzo de 2014

5 cosas que la gente exitosa hace a primera hora de la mañana



Sabías que las primeras horas de la mañana pueden ser determinantes en tu día e incluso en tu desarrollo personal? Jennifer Cohen, columnista de Forbes y entrenadora personal que lleva años dedicándose a ayudar a ejecutivos y empresarios a aumentar la productividad a través del bienestar y la vida sana, dice que un rasgo común en muchos directores ejecutivos de empresas, grandes políticos y otras personas influyentes es levantarse temprano.
Como ejemplo señala que Margaret Thatcher despertaba todos los días a las 5 am.
La especialista explica que no se trata sólo de trabajar desde temprano, pues empezar el día antes es bueno para la salud en muchos sentidos, además de ayudar a tu proactividad y productividad.
A continuación, te contamos algunas de las 5 cosas que generalmente la gente exitosa hace antes de las 8:00 de la mañana, según Jennifer Cohen.
1. Se ejercitan: La mayoría de las personas exitosas hacen ejercicio en la mañana porque les da un impulso de energía extra para el día y una agradable sensación de logro. “Cualquier persona puede hacer frente a un montón de papeleo después de 200 repeticiones abdominales”, dice Cohen, añadiendo que los entrenamientos matutinos te motivan a seguir y disminuyen las posibilidades de flaquear en tu jornada laboral.
Si no te agrada la idea de levantarte temprano a correr, intenta levantarte 15 minutos antes y hacer una pequeña rutina flexiones o estiramientos. Esto, te ayudará a despertar tu cuerpo y prepararlo para el día.
2. Planifican el día: La mañana es un buen momento para organizar tu día y trazar objetivos, ya que suele ser uno de los pocos momentos de tranquilidad. Además, durante las primeras horas la reflexión se hace más fácil, lo que ayuda a la hora de priorizar tus actividades. Dentro de la programación no debes olvidar los descansos, porque son necesarios tanto para tu salud física como mental.
“Planea un descanso de 10 minutos después de la reunión estresante”, dice Cohen, añadiendo que puedes dar un rápido paseo  o tomarte un momento de meditación . También propone incluir en la programación, un momento para disfrutar de bocadillos nutritivos y saludables, que puedes preparar en tu casa.
3. Toman un desayuno saludable: Trabajar con el estómago vacío no es bueno. Es fundamental, alimentarte bien en la mañana, porque te ayudará a mantenerte alerta .
Junto con ser bueno para tu salud física, el desayuno es un buen momento para conectar  con tu familia -aunque sean 5 minutos- y mejorar tu estado de ánimo.
4. Visualizan. “La mañana es el momento perfecto para pasar un rato tranquilo” para meditar o visualizar lo que vendrá..
“Aunque sólo sea un minuto de visualización y pensamiento positivo puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y las perspectivas de tu carga de trabajo para el día”.
5. Empiezan por el trabajo duro: Comenzar con la tarea menos deseable o más difícil de la lista, puede ahorrarte estar estresado todo el día. “La mañana es el momento -en general- más descansado y tu nivel de energía está arriba. Por lo tanto, estás mejor equipado para manejar los proyectos más difíciles”, dice la experta.
“Y míralo de esta manera, tu día se va haciendo progresivamente más fácil, y no al revés. En el momento en que tu jornada de trabajo finaliza, estás terminando con lo más fácil de hacer, de cara a tu tiempo libre más relajado. 

domingo, 16 de marzo de 2014

El tiempo


Imagínate que existe un banco, que cada mañana abona en tu cuenta la cantidad de 86.400 €

Ese extraño banco, al mismo tiempo, no arrastra tu saldo de un día para otro: cada noche borra de tu cuenta el saldo que no has gastado.

¿Que harías?… imagino que retirar todos los días la cantidad que no has gastado, ¿no?

Pues bien: cada uno de nosotros tenemos ese banco:

……… su nombre es Tiempo.

Cada mañana, ese banco abona en tu cuenta personal 86.400 segundos.

Cada noche ese banco borra de tu cuenta y da como perdida cualquier cantidad de ese saldo que no hayas invertido en algo provechoso.

Ese banco no arrastra saldos de un día a otro; no permite sobregiros.

Cada día te abre una nueva cuenta.

Cada noche elimina los saldos del día.

Si no usas tu saldo durante el día, tu eres el que
pierdes. No puedes dar marcha atrás.

No existen cargos a cuenta del ingreso de mañana: debes vivir el presente con el saldo de hoy.

Por tanto, un buen consejo es que debes invertir tu tiempo de tal manera, que consigas lo mejor en salud, felicidad y éxito.

El reloj sigue su marcha… consigue lo máximo en el día.

Atesora cada momento que vivas; y ese tesoro tendrá mucho más valor si lo compartes con alguien especial, lo suficientemente especial como para dedicarle tu tiempo… y recuerda que el tiempo no espera por nadie.
(Fuente: Irene Villa)

martes, 4 de marzo de 2014

Cinco ideas para simplificar nuestra vida




Sentir la brisa acariciando el cabello, oír el canto de los pájaros, acariciar la cabeza de un niño, jugar con una mascota, sentarse junto al fuego de la estufa a leña… Nuestros momentos más felices suelen ser también los más simples, aquellos instantes en que logramos descubrir la belleza a nuestro alrededor e integrarnos con ella. He aquí algunas ideas que pueden ser de utilidad para hacer nuestra vida menos complicada y poder, en definitiva, disfrutarla más: 

• Ser más amable con uno mismo

A veces somos tan duros con nosotros mismos que nos convertimos en nuestros peores enemigos, por nuestra falta de aceptación y desaprobación de nuestras debilidades y errores. Debemos comenzar por aceptarnos tal cual somos, con nuestros defectos y virtudes. No te trates a ti mismo con dureza si no lo harías así con alguien a quien amas. Cada vez que te descubras pensando en forma negativa sobre tu propia persona, haz el esfuerzo de corregir tu forma de pensar, cambiando cada pensamiento tóxico por uno creador.

• Mantener todo el orden posible

Podría parecer un aspecto superficial,  sin embargo se trata de algo que tiene una gran implicación en nuestro estado interior. La mayoría de las veces, el desorden externo se corresponde con un desorden interno. Si tu mente está ordenada buscarás poner en orden lo exterior. Y por el contrario, ordenar lo que te rodea puede ayudarte a restablecer el orden en tu mente, brindándote una sensación de paz. No te desanimes si no logras ordenar todo en un día. Antes de poder ordenar el exterior, habrá que cambiar la forma de pensar y adquirir nuevos hábitos.

• Quitar los rencores de nuestra vida

El perdón es un arma muy poderosa que posee fuertes efectos liberadores. ¿Sabías que la amargura y el resentimiento te enferman y envejecen? Esto ocurre porque cuando te encuentras en un estado de fuerte estrés o angustia, las defensas de tu organismo disminuyen y eres más proclive a desarrollar todo tipo de enfermedades. Y si a esto le sumas el hecho de vivir amargado, el panorama empeora aún más. Así que ya sabes, al perdonar te estás quitando de encima un peso terrible que no hace más que retrasarte en tu propio camino. Libérate de todas esas pesadas cargas que aún te atan negativamente a los demás y verás que avanzas mucho más liviano.

• No vivir para otros

Es muy importante aprender a escuchar las opiniones de todos, pero de ellas debemos rescatar lo que nos enriquezca y finalmente sacar nuestras propias conclusiones y tomar nuestras propias decisiones. Si tratas constantemente de complacer a los demás, vivirás la vida que ellos quieren y no la que tú escojas. Además, ni aun de esa forma lograrás tener siempre conformes a todos y, tarde o temprano, te sentirás frustrado por no ser fiel a ti mismo, a tus convicciones y a tus sueños. La vida es muy corta como para vivirla de acuerdo a los designios ajenos, ¿no crees?

• Enfocarse en lo bueno que tenemos, no en lo que nos falta

Tendemos a compararnos con quienes creemos que están mejor que nosotros en la vida y esto puede tener un lado positivo, en el sentido de que puede incentivarnos a mejorar, pero también puede dar lugar a sentimientos mezquinos como la envidia y la amargura y, en definitiva, paralizarnos en nuestro camino.
Muchas veces fallamos en ver lo que está frente a nosotros y perdemos oportunidades que quizás jamás vuelvan a repetirse. Debemos aprender a ser agradecidos con todas las cosas maravillosas que ya tenemos en nuestra vida. Solo hace falta prestar más atención, abrir bien nuestros ojos y, sobre todo, nuestro corazón para poder captarlas y apreciarlas como se merecen.
(Fuente: La mente es maravillosa)



domingo, 2 de marzo de 2014

Inteligencia emocional en la pareja



A veces no es fácil. A veces pesan demasiado las emociones y nos sentimos desbordados, cercados por una realidad que no podemos afrontar. Nadie llega a este mundo con un manual bajo el brazo y un chip instalado en su corazón, capaces de dictarnos qué hacer y cómo actuar en cada momento. Las relaciones de pareja son complejas, hay que armonizar dos universos en un solo para que juntos, se integren en un mismo pentagrama, en un misma carretera donde discurrir con tranquilidad y felicidad.

Pero ¿Cómo lograrlo? Discusiones, diferencia de intereses, sentimiento de soledad o incomprensión…la Inteligencia emocional nos ofrece un marco teórico desde el cual, poder aprender y revalorizar muchos aspectos de nuestra vida. Pero hay que tener clara una cosa. el barco de una relación de pareja, no podrá navegar con un solo capitán. Se necesita la cooperación de dos personas para afrontar mareas y tempestades. ¿Quieres conocer las principales claves?

Amar no es solo querer, es comprender

Esta frase nos la dejó la genial escritora Françoise Sagan. Y es precisamente la base que nutre a la Inteligencia emocional. El comprender las emociones propias y ajenas, el saber identificar en el otro sus necesidades y realidades. Este tipo de conocimiento empieza siempre en uno mismo, si sabemos identificar nuestras propias emociones (alegría, rabia, desilusión, miedo, ansiedad), también hemos de ser capaces de reconocer las emociones de nuestra pareja.

Ser el espejo del otro

Una relación debe ser un camino para que dos personas, crezcan no solo como individuos sino también como pareja. Es decir, hay que permitir que el otro piense de forma diferente, que tenga sus propias necesidades y que madure tanto a nivel profesional como personal, dentro de la propia pareja.

No se trata en absoluto de vetar o prohibir, de cercarnos en una relación donde no hay libertad. Hay que tomar conciencia de que en una relación emocionalmente inteligente, cada persona debe ser el espejo del otro: “yo te comprendo y te respeto”, “sé lo que sientes, sé lo que necesitas”. No hay que cambiar al otro a nuestra voluntad, hay que ir encajando piezas entre los dos para que la relación sea armónica. “Enamorarse es encontrarse a sí mismo, fuera de sí mismo”


Comunicación

Debemos practicar una escucha activa. Bien es cierto que en ocasiones, nos pueden decir cosas que no queremos escuchar, pero el entendimiento parte siempre desde este punto. Todo conflicto, toda diferencia, necesita de un buen diálogo desde donde comunicar ideas, emociones, sentimientos… siempre es importante verbalizar este complejo mundo interior en voz alta “yo siento que…” “yo pienso qué…” “me siento…” “lo que me pasa es…”

Habla en primera persona para que la otra persona te entienda, pero escucha también sus palabras.
Las personas hábiles en Inteligencia Emocional, suelen establecer regla a la hora de comunicar, saben negociar, buscando el momento idóneo en el que, sencillamente, sentarse y hablar. 

Autoconocimiento y aceptación del otro

Para construir una relación de pareja eficiente, es esencial que nos conozcamos a nosotros mismos ¿cuáles son mis límites? ¿cuáles mis inseguridades, mis miedos, mis necesidades? En ocasiones, las personas inmaduras son las que más dificultades tienen para establecer un vínculo con su pareja. Son individuos con muchas inseguridades, llenas de dudas, de celos… de aspectos no superados a nivel personal. Es esencial que te conozcas a ti mismo, solo entonces, podremos comprender también a la otra persona. Para mantener el vínculo es indispensable también saber aceptar al otro.

Las descalificaciones nunca son buenas. Todos tenemos virtudes y defectos… limitaciones que hay que saber ver y aceptar. Si amas a una persona, no quieras cambiar su personalidad. Hay que construir entre ambos un modo de existencia donde los dos os aceptéis, pero si nos empeñamos en cambiar su personalidad, abocaremos al otro a una triste infelicidad.

El amor es una gran aventura. Pero es un largo trayecto que requiere tiempo y sabiduría, siendo la Inteligencia Emocional un excelente estandarte desde donde poder guiarnos, desde donde dotar de equilibrio a esos momentos de crisis o dudas que todos hemos sentido alguna vez 
(Fuente: la mente es maravillosa)