lunes, 27 de agosto de 2012

Tu voz interior


   

La voz más importante que vas a escuchar en tu vida es…… tu propia voz, tu voz interior. Existen numerosos estímulos externos que van a llamar nuestra atención, voces que vamos a escuchar, nos van a informar y sugerir muchas cosas.
Sin embargo la voz que tiene el mayor poder de todas, la que más influencia tiene tanto de manera positiva como negativa, no es la de los demás, no es lo que otros nos dicen, sino nuestra propia voz interior, la voz de tus pensamientos, lo que te dices a ti mismo. Porque esa voz interior sale de la profundidad de nuestras creencias. Por lo que si esa voz interior nos habla de manera negativa, es porque en el fondo tenemos unas creencias y cuando tenemos una mejor conversación con nosotros mismos, es porque tenemos unas creencias más positivas.
Esa voz interior es una de las claves de nuestra vida en todos los sentidos, es la clave del éxito, ya que está reflejando nuestras creencias. Por lo que no basta con decir hay que ser más positivo y ser más optimista, lo cual es muy bueno y ayuda mucho, pero tenemos que adentrarnos en la profundidad de nuestras creencias, y averiguar que creencias nos están limitando. Esas creencias determinan todo en nuestra vida. Determinan lo que hacemos, como lo hacemos, como nos comportamos, controlan nuestras decisiones, constituyen uno de los pilares fundamentales en nuestra vida.
Esas creencias se han forjado a través de las experiencias, el entorno y la información que nos rodea, y de la misma manera y con el mismo método con que se han forjado, se cambian, es decir cambiando el entorno y la información que recibimos, creando un entorno más positivo y sumergiéndose entre libros, audios, videos, conferencias, nueva información positiva y constructiva que generen nuevas creencias, que es lo que desde aquí intentamos.

Así que vigila mejor esa voz interior, porque ten la seguridad que siempre te estás escuchando.

(Fuente: Javier Iriondo)

sábado, 25 de agosto de 2012

Somos lo que pensamos

Lo que ocurre en nuestras vidas a nivel físico: trabajo, economía, vida social, incluso nuestro peso; es un reflejo de lo que ocurre interiormente dentro de nosotros a  nivel mental o emocional. Reflejamos fuera lo que ya está dentro. Hay una ley que dice que toda creación física es precedida por una creación mental. De ahí la importancia de nuestros pensamientos.
Se dice que somos lo que pensamos. Muchos de nosotros creemos que los pensamientos no pueden ser gestionados, que nuestra mente funciona en automático. Pero esto está muy lejos de la realidad. Nuestros pensamientos condicionan nuestras vidas. Según pensamos, así nos sentimos y por consiguiente así actuamos.
Como ya nos decía Einstein hace algunos años “Tonto es aquél que espera resultados distintos, haciendo a diario las mismas cosas”. Si deseas que tu vida cambie, necesitas empezar por pensar de forma diferente.
Hay estudios que nos indican que nos volvemos adictos a nuestras propias emociones, y estas a su vez son fruto de nuestra forma de pensar. Hay personas que tienden a estar deprimidas, a verlo todo negro, a no ver soluciones en ninguna parte; mientras que otras siempre están alegres y ven el vaso medio lleno. La realidad en muchas ocasiones es igual para ambos tipos de personas, pero la forma en que la “vemos”, la interpretamos, produce una gran diferencia en nosotros y en nuestras vidas.
Veamos esto con un ejemplo, estamos viviendo momentos de cambio, de incertidumbre, de crisis; esta es la realidad. Ahora bien, la interpretación que hagamos de estos hechos es lo que va a cambiar la calidad de nuestras vidas. Usted puede interpretar la crisis como algo malo. Como cambios que modifican nuestro quehacer diario o por el contrario como un reto, una manera de cambiar para poder avanzar. Por tanto esta diferencia de interpretación es la que nos pone en una predisposición o en otra a la hora de actuar.
En realidad la única crisis real es la tragedia de no querer luchar para superarla.
(Fuente: www.con-fluir.com)

martes, 21 de agosto de 2012

Plan de vida


  
 

Para quienes estén en plenas vacaciones o vaya a comenzarlas, me gustaría sugerirles que tomen una parte de ese tiempo de esparcimiento y de descanso para revisar qué tal va su plan de vida.

El plan de vida es ese conjunto de decisiones y planteamientos personales libremente elegidos, concernientes a cómo cada cual quiere vivir su propia vida, y que abarca todos los aspectos en los que el ser humano está involucrado: La familia, la aportación a la sociedad, las relaciones personales, el desarrollo profesional, los deseos vitales, el aspecto económico, por ejemplo. Así que cuando hemos decidido lo que queremos vivir o experimentar en esos ámbitos diferentes, nos estamos fijando metas y definiendo nuestro plan de vida.

A la hora de definir cada uno de estos aspectos podemos reflexionar sobre cómo queremos que sean nuestras experiencias, y no solo lo que queremos experimentar en cada una de estos apartados o ámbitos de nuestra vida.

Ayer escuchaba a un hombre de mediana edad hablar de su vida con un amigo al que le confesaba que en términos generales había disfrutados de su vida; pues entre otras cosas, había logrado realizar aquellos sueños que tenía de joven y que se había propuesto alcanzar, como el hacer una larga travesía en su propio barco velero, o vivir una experiencia única en un viaje al Amazonas.

La mayoría de nosotros también tenemos en nuestra mente vivencias, experiencias que nos gustaría tener a lo largo de nuestra vida. Por eso, cuando invito a revisar el plan de vida, parto del hecho de que la inmensa mayoría de las personas poseen ese plan, más o menos explicitado. De ahí que no esté de más preguntarnos qué tal va el desarrollo de ese plan.

Según la respuesta que demos podemos hacer cosas diferentes:

-si el plan se va desarrollando cómo lo habíamos concebido, o incluso mejor, qué mejor cosa que hacer que celebrarlo.

-¿Y si en cambio el plan no se está desarrollando según lo previsto? En este caso, cabe hacernos alguna pregunta, como por ejemplo, qué parte de esos resultados tienen que ver con lo que creemos que podemos tener y disfrutar, y lo que creemos que está fuera de nuestro alcance.

Muy ligado al plan de vida y a su desarrollo están las creencias potenciadoras y las creencias limitantes. Las primeras suponen que el individuo tiene fe en su capacidad para ser. Es el caso de personas que ha obtenido todo lo que esperaba en la vida, e incluso más, y en su discurso no falta nunca una referencia a la creencia que tenía desde niño/a con respecto a sus posibilidades de hacer algo, o lograr algo. Estas ideas, creencias son las potenciadoras, pues sobre ellas la persona va construyendo su historia.

Por el contrario hay otras creencias que en vez de potenciarnos nos limitan, de manera que, por mucho empeño que pongamos en lograr determinados resultados en el ámbito que sea, no los alcanzamos. Son creencias profundas sobre nosotros mismos, o los demás o la vida, que nos alejan de ese resultado deseado. Son creencias que nos dicen que no “somos capaces”, o que “no nos lo merecemos” por ejemplo, y que van a ser un gran obstáculo interior para alcanzar la realización de nuestro plan de vida consciente y libremente elegido. Cuando existen esas creencias, está operando un “guión de vida”, que es muy inconsciente y menos accesible a nuestra voluntad.

Cuando este guión de vida es limitante y no potenciador, tiene su origen en experiencias en las que no pudimos encontrar respuesta a nuestras necesidades, y ante ello, nuestra emoción se quedó fijada y no pudimos hacer otra cosa que darnos una explicación del tipo: “si no me lo dan, es que no me lo merezco” por ejemplo. Podemos observar que, al no ser tenido en cuenta toda la gama de posibilidades que hacía imposible que nos dieran una respuesta efectiva a lo que necesitamos, esa conclusión es más una fantasía que algo lógico y real. Sin embargo, quedó ahí grabada y sigue teniendo poder.

¿Podemos cambiar esas creencias y de ese modo conquistar nuestro plan de vida consciente y elegido? La respuesta es sí. Para eso es preciso que nos pongamos en manos de un profesional que nos ayude, no solo a darnos cuenta de que existe esa creencia en nosotros, sino también a hacer un trabajo emocional y así sustituir la emoción que quedó fijada por otra liberadora, creativa y potenciadora. Al cambiar la emoción, cambia la creencia.

No hay nada mejor que aquello que uno pueda hacer a favor de sí mismo. Por eso , si os encontráis con algún limite en la realización de vuestro plan de vida, no dudéis en buscar soluciones, pues las hay, y permitiros alcanzar todo aquello que constituye vuestros sueños.
(Fuente: Maika Pujales)

lunes, 20 de agosto de 2012

El huevo y la naranja



Imaginaros un huevo crudo, una naranja, un cuchillo, y un plato. Imaginaros que cojo el huevo e intento pelarlo con el cuchillo. No podría, ¿no? Ahora imaginaros que, a pesar de no poder, sigo insistiendo, esta vez clavando la punta del cuchillo. ¿Qué pasaría? La cáscara se rompería y el contenido se derramaría.

Imaginaros ahora que cojo la naranja e intento cascarla con el borde del plato. Tampoco podría, ¿no? Y volver a imaginaros que sigo intentándolo, golpeándola y apretándola más fuerte. ¿Qué pasaría esta vez? La piel se rompería, si, pero la naranja también.

¿Cómo tendría que haberlo hecho? Cascar el huevo con el plato y pelar la naranja con el cuchillo. Parece obvio, pero…

Con las personas pasa lo mismo. Todos somos como el huevo y como la naranja, como el cuchillo y como el plato. Todos somos iguales y diferentes al mismo tiempo. Todos tenemos una cáscara, una piel que protege nuestro interior, nuestras emociones, nuestros sentimientos... Y todos tenemos un “cuchillo”, un “plato” que nos permiten conocer interiormente a las personas. Esta protección no es indestructible, pero muchas veces queremos romper esta capa de la manera equivocada, y por mucho que lo intentemos, no solo no lo lograremos, sino que lo podemos llegar a romper.

No le echemos la culpa ni al huevo ni a la naranja. No insistamos haciendo algo que no funciona. No pretendamos que cambien su naturaleza. Cambiemos nosotros. Busquemos la manera correcta de conseguir que esa persona se abra a nosotros. Utilicemos el plato para cascar el huevo y el cuchillo para pelar la naranja…
(Fuente: David Soler)

viernes, 17 de agosto de 2012

Cuídate a ti mismo para poder cuidar a los demás


Si has viajado alguna vez en avión como yo, sabrás de lo que voy a hablarte. 
Antes de despegar las azafatas te informan de que es lo que hay que  hacer en el caso de una gran turbulencia y como hay que que ponerse la mascarilla de oxigeno. Cuando viajamos con un niño en avión, lo primero que pensamos es que si llegara el caso se la pondríamos al niño primero, ¿verdad? Claro, es lo más importante…cuidar al niño….Error. El protocolo internacional de aviación dice que primero debemos nosotros usar la mascarilla y acto seguido ponersela al niño… ¿Por qué? Pues porque si nosotros no nos cuidamos primero, probablemente nadie podrá cuidar a ese niño…
Esto ocurre en la vida… Aprender a respetarnos , a cuidarnos, a confiar en nosotros, a perdonar, en definitiva a ser fiel a nosotros mismos, es una manera de cuidarnos para cuidar a los demás. En tu sistema de prioridades debes ser el primer sujeto, tú mismo, porque si tú no te cuidas, te valora, y te recargas de energía, nadie lo hará por tí…
Así que no confundamos el egoísmo con el amor propio. El egoísta no se quiere así mismo, llena su autoestima a base de utilizar a los demás en beneficio propio, bien por violencia, control, o dependencia., Amarse a uno mismo es el comienzo del amor universal: Si no nos queremos, no podemos querer a los demás.
Y para demostrar que nos queremos, vamos a ponernos la”mascarilla de oxigeno” cada vez que lo necesitemos, cuidándonos para poder cuidar después a los demás.
Porque tú eres la esencia de tu propia vida.

lunes, 13 de agosto de 2012

17 Sugerencias muy sencillas y poderosas

 
1. Da más a las personas de lo que ellas esperan, y hazlo con alegría
2. Búscate una pareja con quien te guste conversar. A medida en que vayan envejeciendo, tu talento para comunicarte se tornará tan importante como para todos los demás.
3. No creas en todo lo que oyes; No gastes todo lo que tienes; No duermas tanto como puedas.

4. Cuando digas ” yo te amo”, sé sincero.
5. Cuando digas “lo siento mucho” mira a los ojos de la persona.
6. Nunca te rías de los sueños de otros. ¡Quien no tiene sueños, no tiene mucho!
7. Ama profundamente y con pasión. Puede que te hieran, mas es el único modo de vivir una vida completa.
8. Cuando discutas, juega limpio. Por favor, nada de insultos.
9. Habla lento, pero piensa rápido.
10. Cuando te hagan una pregunta que no quieras responder, sonríe y pregunta; “¿Por qué deseas saberlo?”
11. Recuerda que grandes amores y grandes realizaciones conllevan grandes riesgos.
12. Cuando pierdas, no pierdas la lección.
13. Recuerda lo de las tres “R”: Respeto por ti mismo, Respeto por los otros, Responsabilidad por tus actos.
14. No dejes que una pequeña pelea haga perder una gran amistad.
15. Cuando notes que has cometido un error, toma providencias inmediatas para corregirlo.
16. Sonríe cuando atiendas al teléfono. Quien te llama podrá percibirlo en tu voz.
17. Pasa algún tiempo solo y reflexiona.

miércoles, 8 de agosto de 2012

La visualización, la clave del éxito de Michael Phelps


Michael Phelps acaba de lograr lo que ningún otro ha logrado en la historia de las olimpíadas: 21 medallas olímpicas (17 de oro). A pesar de las barreras a las cuales se enfrentó y los errores que cometió, se levantó nuevamente para batir un record histórico.

Al estudiar un poco la historia de Michael Phelps, logré detectar que una de las claves que lo llevó al éxito fue la visualización.
Así es… la visualización.

Michael Phelps empezó a nadar cuando tenía 7 años para quemar un poco de energía que tenía a sus padres un poco locos. Un entrenador local llamado Bob Bowman (continúa siendo su entrenador después de 16 años) detectó que Phelps podía llegar lejos. Su cuerpo (largo torso, relativas cortas piernas y grandes manos) estaba diseñado para ser un gran nadador.
Pero Phelps tenía un problema, no se podía calmar antes de las carreras. Era muy nervioso.
El entrenador Bowman decidió darle algo que lo haría diferente: su ventaja competitiva. Le enseño el poder de la visualización.
Todos los días, luego de su entrenamiento, le decía: no olvides ver el video esta noche y mañana en la mañana al despertarte.
No existía tal vídeo. Se refería a que Phelps tenía que visualizar la carrera en su mente. Todas las noches y cada mañana Phelps cerraba sus ojos y se imaginaba saltando a la piscina, en cámara lenta, nadando perfectamente. El visualizaba cada brazada, la vuelta y el final.
Michael Phelps repitió “su video” miles de veces en su mente hasta el momento que en las carreras no pensaba. Simplemente seguía un programa. Había sido programado para ganar.
El 13 de Agosto del 2008 a las 10:00 am Michael Phelps se lanza a la piscina compitiendo por los 200 metros estilo mariposa, una de sus mayores fortalezas. Al entrar al agua sabe que algo anda mal… sus lentes se están llenando de agua.
Después de un tiempo no puede ver nada, no ve la línea a lo largo de la piscina ni la “T” que muestra el final. No sabe cuando dar vuelta o cuando terminar. Para la mayoría de los nadadores esta situación los llevaría al pánico.
No a Michael Phelps, él está calmado.
Michael simplemente sigue el programa, “el video” mental. Ya ha nadado esta carrera muchas veces en su mente y ha ganado. Afortunadamente, su entrenador lo había puesto a nadar a oscuras en múltiples ocasiones. Simplemente siguió el programa.
Michael sabe el número de brazadas tiene que hacer, cuando dar la vuelta… está programado para ganar.
Michael gana la competencia y bate el récord mundial… sin poder ver. Él comenta al terminar la carrera: “Pasó como imaginé que pasaría. Fue una victoria adicional en una vida llena de pequeñas victorias”.
Si funcionó para Michael Phelps, puede funcionar para ti y para mí.
Entre los beneficios de la visualización se encuentran:

La visualización programa tu mente para ganar.
La visualización te da la esperanza de ganar lo cual se traduce en motivación para la lucha.
La visualización te da enfoque eliminando las distracciones que te rodean.
La visualización te prepara para reaccionar correctamente cuando las cosas no salen como lo planeas.
La visualización desarrolla posibilidades, no obstáculos.
La visualización desarrolla tu creencia lo cual es clave para ganar.

Tómate un corto tiempo esta semana para visualizar lo que deseas en la vida. Imagina en tu mente que ya lo lograste. Visualiza todo el camino que necesitas recorrer para llegar a tu destino tal como lo hizo Phelps. Puede ser que esto sea lo único que te falta para lograr la medalla de oro que la vida tiene reservada para ti.
(Fuente: www.liderazgohoy.com)

martes, 7 de agosto de 2012

Colores y emociones

Ya desde tiempos antiguos se viene asociando el color al estado de ánimo, por tanto a las emociones. De tal manera que los expertos en la Psicología del Color aseguran que cuando estamos anclados en un episodio de estrés o tristeza, el hecho de ponernos ropa de un color determinado o cambiar el color de las paredes de casa, ayuda a salir del estado emocional adverso en el que nos encontramos.
 
Cada color tiene un significado en nuestro subconsciente, a él le asociamos toda una serie de virtudes y valores que tienden a ir de la mano de la cultura en la que vivimos. Por ejemplo, mientras que en España el amarillo en ciertos ámbitos se considera un color de superstición, en Perú es el color con el que reciben la llegada del nuevo año para que éste les sea más próspero.
 
Por tanto, cada color tiene una capacidad de expresión, aporta un significado a la persona que lo está percibiendo y provoca una emoción, un reacción positiva o adversa dependiendo del caso.

Yo os voy a hablar aquí de las sensaciones y emociones que provocan los colores desde el punto de vista de la cultura occidental. Veréis que casi todos ellos pueden ejercer una emoción doble, es decir, pueden conllevar tanto sensaciones positivas como negativas.
 
EL ROJO
 
Se asocia a personas extrovertidas y un tanto impulsivas que no dan mucha importancia a la reflexión.
Indica pasión, sexualidad, ímpetu, fuego y sangre. Ejerce una influencia fuerte sobre el estado de ánimo de una manera positiva como puede ser que te da la fuerza para enfrentarte a tus miedos y mostrar seguridad en ti mismo, o de una manera negativa puesto que puede dar lugar a actitudes agresivas.
Disciplinas como la cromoterapia aseguran que aumenta el pulso y el ritmo cardiaco por lo que puede resultar agotador al final del día.
 
EL NARANJA
 
Se asocia con la elocuencia y la alegría. Aumenta el optimismo, la seguridad en uno mismo y la confianza, dando lugar al equilibrio emocional. Por tanto es un color ideal cuando tenemos problemas de autoestima. Disminuye la fatiga y estimula el sistema respiratorio.
 
EL AMARILLO
 
Se asocia a la sabiduría, la inteligencia, la rapidez mental y la creatividad en cuanto a su vertiente positiva. En cambio respecto a su vertiente negativa simboliza la irla, la envidia, los celos y la traición.
 
EL VERDE
 
Es un color que se utiliza como sedante. Simboliza la esperanza, la estabilidad, la fecundidad, lo que ha de venir. Representa al equilibrio, ayuda a sentirse más tranquilo y sereno. Se suele utilizar en casos de insomnio, fatiga, jaquecas, excitabilidad nerviosa, ya que disminuye la presión sanguínea y baja el ritmo cardíaco. Pero también tiene un lado más negativo y es que puede significar locura.
 
EL AZUL
 
Pertenece a la gama de los colores fríos pero es un color que transmite serenidad, confianza, calma y tranquilidad, eso sí una sobreexposición al mismo puede conllevar a estados de tristeza, melancolía, depresión y fatiga. Normalmente se aconseja que se convine con colores cálidos para encontrar el equilibrio emocional.
 
EL VIOLETA
 
Se asocia a la intuición y la espiritualidad. Las personas que visten este color tienden a ser personas empáticas y afectivas, con tendencias artísticas y creativas. Es un color que disminuye la angustia, las fobias y el miedo.
 
EL BLANCO
 
Representa a la alegría, la pureza y la paz. Se asocia a la inocencia y al amor puro. Denota confianza pero a la vez inmadurez dependiendo del contexto en el que nos movamos.
 
EL NEGRO
 
Es el color al que se le asocian más características negativas como por ejemplo el dolor, la desesperación, la tristeza, la melancolía, la infelicidad, la irritabilidad, lo oculto; pero a la vez es el color de la elegancia, la seguridad y la sobriedad.
 
EL GRIS
 
Se le tiende a considerar como un color neutro por lo que tiende al equilibrio y el orden. Expresa elegancia y respeto, pero a la vez puede denotar aburrimiento y vejez.
 
Por todo ello os aconsejo ir jugando con los colores en ropas, adornos, decoraciones, etc… para ir equilibrando las emociones y poder llegar al bienestar. Es una manera creativa de conocernos a nosotros mismos y mostrarnos ante los demás.

lunes, 6 de agosto de 2012

Disfruta tu café



Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor..
Pronto la reunión se enfoco acerca del interminable estres que les producía el trabajo y la vida en general.
El profesor les ofreció café, fue a la cocina y pronto regresó con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más selectas: de porcelana, plástico, vidrio, cristal -unas sencillas y baratas, otras decoradas, unas caras, otras realmente exquisitas-...
Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado.
Cuando lo hubieron hecho, el viejo maestro se aclaró la garganta y con mucha calma y paciencia se dirigió al grupo:
Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que lucían bonitas se terminaron primero y quedaron pocas de las más sencillas y baratas.Lo que es natural, ya que cada quien prefiere lo mejor para sí mismo.
Ésa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al estres. Continuó: Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café.
En verdad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos.
Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores.Después se pusieron a mirar las tazas de los demás.

Ahora piensen en esto: La vida es el café.

Los trabajos, el dinero, la posición social, etc. son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos.

A menudo, por concentrarnos sólo en la taza dejamos de disfrutar el café.

domingo, 5 de agosto de 2012

Hay mimbres para el cesto

Esta es una de mis frases preferidas.Significados tiene muchos, según se emplee y en qué contexto, pero para mí significa siempre, sea referido a una sola persona o a varias,  que hay talento de sobra para alcanzar cualquier objetivo muy por encima de los que en ese momento se piensa que se pueden alcanzar.

En estos tiempos complicados, en los que ciertamente la desesperanza y la depresión campan por sus respetos, se me hace particularmente curioso ver cómo, con unos indicadores macroeconómicos teóricamente pésimos, con una moral en horas no bajas, sino profundas, con amenazas de todo tipo y condición con respecto al llanto y crujir de dientes que nos aguarda en los próximos tiempos, con la idea de la pobreza y la miseria que nos esperan a la altura de la posguerra, las cosas, los sitios, las personas, muchísimas más de las que se podría pensar dada la oscuridad en la que, teóricamente, estamos sumidos,  siguen funcionando.
Sigue habiendo supermercados para hacer la compra, en cuyas estanterías sigue habiendo productos, que alguien ha fabricado o envasado, sigue habiendo restaurantes, a los que sigue acudiendo la gente, sean de menú o incluso más caros, sigue habiendo  centros comerciales con tiendas que venden ropa, que hacen rebajas o no, pero en los que la gente sigue comprando, sigue habiendo coches por la carretera que previamente han pasado por la gasolinera a cargar combustible, la luz sigue encendiéndose cuando accionamos el interruptor, podemos conectarnos a internet a través de nuestro ordenador o de nuestro tablet o de nuestro teléfono (o de los tres) y siguen existiendo personas que se levantan por la mañana, se duchan, desayunan, trabajan (en su trabajo o buscándolo), comen, se reúnen con su familia, con sus amigos….sigue habiendo gente por las calles.
El otro día escuché una definición que solo había oído aplicada a la empresa: “Las naciones son sus ciudadanos“. Que la capacidad para que una nación crezca o decrezca, o se hunda o despunte o sea feliz o deprimida es cosa no de los políticos, no de los banqueros, no de los mercados: Es cosa de sus ciudadanos, que son los únicos que tienen la llave para decantar hacia un lado o hacia otro la calidad de su nación.
Y aquí, curiosamente, cuando hace unos años la famosa “prima de riesgo” estaba a 300 puntos “tembló el misterio” y más adelante cuando estaba a 400, seríamos rescatados (no como damiselas de cuento sino como condenados a galeras) y a 500 el mantener el estado sería insoportable y quebraría hasta Inditex y a 600 directamente subiría el demonio del infierno…
Y aquí, la realidad, es que mientras eso pasa la vida sigue. El grueso de los ciudadanos de este país seguimos (más o menos) trabajando, (más o menos) comiendo, (más o menos) conduciendo nuestros coches, (más o menos) organizándonos el ocio, (más o menos) dándonos algún capricho. Inditex sigue haciendo ropa y Mercadona reponiendo estanterías todos los días.
¿Por qué entonces se nos indica por activa y por pasiva que no podremos, que no seremos capaces, que estamos condenados hagamos lo que hagamos, que no hay esperanza?
Recupero la frase: “Las naciones son sus ciudadanos”. Y aquí podemos también comenzar con los tópicos, los nuestros y los que damos a entender a los de fuera: No nos preocupamos más que por la juerga y estar de fiesta, somos poco productivos, somos poco creativos, no nos gusta trabajar, tenemos lo que nos merecemos.
¿De verdad es así? Pues resulta que, aunque muchos hayan caído en la desesperanza, en el pozo del “es imposible”, en la crítica sin acción, aunque muchos hayan perdido su empleo, hayan cerrado su empresa, aunque muchos sean más pobres ahora que antes, esto sigue funcionando. Con lo peor de lo peor en el escenario y al cargo de la dirección de la escena, seguimos comprando ropa a Inditex y yogures a Mercadona, poniendo gasolina y navegando por internet ¿Por qué entonces no salimos de esa vorágine del miedo, esa angustia del que cree que no tiene salvación posible, nos dejamos de estupideces y nos ponemos a trabajar para que esta nación sea conocida por cómo son sus ciudadanos y no como algunos con poder para comunicar y manipular quieren que nos mostremos?
Nunca antes el Coaching ha sido tan necesario para todos, nunca antes ha sido,  me atrevería a calificarlo así, tan imprescindible para revisar creencias, para desaprender los mensajes que han querido grabarnos a fuego en las meninges construyendo una realidad que no es, para volver a tener la libertad de decidir por nosotros mismos, para recuperar algo que sin duda nos sacaría en un segundo de este mal sueño, LA ACTITUD. Nunca ha sido más necesario para que todas las empresas tengan la claridad de ideas que se requieren para dar los pasos adecuados, para que las personas que las constituyen puedan motivarse con la idea de sacarlas adelante todos a una y salvar su futuro y el de sus hijos y el de su país. Nunca una herramienta como esta se ha revelado tan decisiva para limpiar la oscuridad, la basura, el temor, la falta de fe. Eso que han querido algunos que calara en nosotros para, simple y llanamente, facilitar el expolio económico, social y hasta de la dignidad humana.
A pesar de todo, este país continúa funcionando, no se ha hundido, no arde por los cuatro costados. Sigue habiendo semanas de Lunes a Domingo. Sigue habiendo mimbres para tejer el cesto. La decisión es de todos y cada uno. Como dice la traducción del discurso que da el personaje que interpreta Al Pacino en la película “Un domingo cualquiera”: “O nos curamos ahora, como equipo, o morimos como individuos”.
(Fuente: Jose Barroso Cela.- Coach)

viernes, 3 de agosto de 2012

¿Cómo enfrentarte a tus miedos?


Si hiciéramos una lista de las cosas que hemos dejado escapar en la vida por culpa del miedo, seguramente tendríamos para escribir gran cantidad de folios. Muchas veces fracasamos antes de intentar hacer algo y luego nos arrepentimos de no haberlo siquiera intentado. Lo que nos detiene en nuestro avance, es el miedo.

Todos nos enfrentamos en la vida a problemas y obstáculos frente a los cuales muchas veces nos quedamos paralizados. Si queremos aumentar nuestra capacidad de resolver problemas necesitamos aprender cómo transcender los límites que nuestra propia mente nos está imponiendo.

Te invito a que pares y te hagas las siguientes preguntas. Date tiempo para responder y reflexiona profundamente.

En la vida:

1. ¿Juegas a ganar o a no perder?
2. ¿Qué huella vas a dejar?
3. ¿Marcas la diferencia en la vida de otros?

Si estas condicionado por el miedo, jugaras a no perder, tendrás dificultad en dejar tu huella y en marcar diferencia en la vida de los demás. Tienes que ser valiente y enfrentarte a tus miedos.

Si queremos pasar a otro nivel, la clave está en dejar de hacer las cosas como las hemos hecho hasta ahora. Necesitamos nuevas formas de hacer y de ser.  Mi forma de hacer las cosas, me ha llevado a un cierto nivel, para subir de nivel, tengo que cambiar. Ha llegado el momento de abandonar mi antigua forma de hacer las cosas. En la vida podrás avanzar mucho más haciendo las cosas que no haciéndolas. Lo peor que puedes llevarte será una lección de cómo no hacer las cosas. La siguiente vez lo harás mejor.

Por lo tanto, para crecer, necesitas salir de tu zona de confort. Al salir te enfrentarás a nuevas situaciones, nuevas decisiones y te surgirán dudas. Es normal. Tener miedo es natural y esta emoción nos ayuda a evaluar de forma adecuada los pros y contras, los riesgos y dificultades, y también las posibilidades de logro. Es la emoción que nos predispone a buscar soluciones para resolver los problemas y las dificultades que se nos presentan, así que no es más valiente el que dice no sentirlo, sino el que lo reconoce y se esfuerza en aprender a manejarlo, ya que en el reconocimiento de la debilidad se encuentra la fortaleza. En la aceptación del miedo y en el compromiso con el cambio se encuentra el camino de la superación personal.

El miedo es la anticipación del dolor. Y la anticipación es futuro. Solo existe el presente. La gente centrada vive en el presente.

Una de las funciones principales del cerebro es la protección. Es como el centinela del barco que está escaneando todo para identificar los potenciales problemas. La mente es como una madre superprotectora que tiene muy buenas intenciones, pero que si la hacemos siempre caso evitará que crezcamos. La mayoría de nuestras vidas nos las pasamos escuchando nuestra mente sobre lo que nos puede deparar el futuro. Por tanto, si sucumbes al miedo, puede que estés protegido pero te aseguro que tendrás una vida insulsa y mediocre.

Nuestra mente es un estupendo guionista de culebrones, lleno de desastres, con problemas que casi nunca ocurren. El 99% de los problemas están en nuestra cabeza (son preocupaciones), ya que nosotros acabamos determinando que es y que no es un problema. Cuando tomamos conciencia de esto, nos podemos convertir en personas libres. El modo en que vemos las cosas, es como son. Todo está en uno. No tienes que creerte todo lo que dice tu vocecilla.

La frase favorita de nuestra cabeza es ¿Qué pasaría si…?. Yo te propongo que la cambies por ¿Y por qué no?..

El miedo reside en la cabeza. El miedo no reside en el corazón. La expansión, el crecimiento, la conexión y el coraje viven en el corazón. No es necesario intentar acabar con el miedo para tener éxito. El secreto para alcanzar los siguientes niveles de éxito es actuar a pesar del miedo. Sientes el miedo y aun así, haces lo que tienes que hacer. La gente de éxito tiene dudas y miedo, pero la diferencia es que aun así, no se frenan.



¿Cuantas veces existe un peligro real detrás de nuestros miedos?. Cuanto más nos alejamos de él, más poder le damos. Recuerda que si huyes de tus miedos, luego te vienen a buscar. La mayoría de los miedos sobre el futuro que tenemos no son muy reales y nacen de una interpretación limitante de la vida que reduce nuestras capacidades físicas y mentales. Usamos nuestra imaginación para meditar sobre todos los posibles malos desenlaces en vez de imaginarnos el éxito de nuestras acciones. Cada vez que pensamos en nuestros miedos, los convertimos en centro de atención, con lo cual, se fortalecen más. Por tanto, debemos olvidarnos de ellos, enfrentarnos o cambiar de perspectiva.

El miedo paraliza, bloquea y limita nuestro crecimiento de tal manera que nuestra motivación interior termina por buscar alternativas y excusarse. La excusa es un alivio. Si analizamos nuestras excusas podremos llegar a los miedos que las originan. ¿Cuáles son tus excusas?. Cuando tengas dudas, para identificar y concretar tus miedos, una pregunta que ayuda a hacer tangibles tus miedos es la siguiente: ¿Qué es lo peor que me puede pasar?

Recuerda los momentos en los que venciste al miedo. Ante cualquier situación donde el pánico y el miedo te atenacen y te impidan avanzar, te puede ir muy bien recordar momentos pasados en los que hayas experimentado un temor similar que finalmente lograras vencer. 

Recuerda que para ser tu mejor versión tienes que empezar a dominar tus miedos, porque de lo contrario serán ellos los que te dominen a ti. ¿Cómo sabrás dónde se encuentran tus límites si no tratas de superarlos?

Domina tus miedos y dominarás tu vida.
(Fuente: www.projectcoaching.es)


jueves, 2 de agosto de 2012

Cómo tomar decisiones y no morir en el intento


Hace tiempo que leí una frase que me impactó y se quedó grabada en mi memoria “Y tú que tomas para ser feliz? YO TOMO DECISIONES”.

Qué bueno pensé, tomar decisiones es lo que nos permite avanzar en la vida, mental, emocional y espiritualmente. Nos abren nuevas puertas, nuevos senderos .


Todo lo que no crece se marchita tarde o temprano y esto puede llegar a suceder si ante el miedo a elegir, elegimos que la vida actúe por nosotros. 

Yo misma he sufrido de esta parálisis por el análisis y he entrado en unos “dramas” temporales ahora con distancia muy divertidos, dignos del culebrón de la tarde.

Lo primero pregúntate ¿Seguro que eso a lo que le estoy dando una importancia vital es realmente tan importante y crucial? ¿Seguro, seguro?  Como dice una amiga ríete porque ya ha llegado Lady Dramas. El humor siempre ayuda.

¿Hasta qué punto tus sentimientos se corresponden con la realidad? Imagínate por ejemplo cómo vería la situación tu amiga Pepa, tu hermana Olga o tu sobrino de tres años, te ayudará a darle perspectiva al asunto.

No acumules decisiones, pues juntarás en un saco, qué toallas comprar que sequen más y rasquen menos, con qué vas a hacer con la oferta de empleo que te han ofrecido fuera de tu ciudad. Al final el saco pesa mucho y la bola de nieve se hace más y más grande paralizándonos. Aunque no lo veas tu cuerpo lo siente, no acumules cosas que no te sirven, suelta lastre actuando.

Empieza a hacer callo, ¿Tardas en tomar decisiones triviales? No pienses, compra ya las toallas, al fin y al cabo ¿Qué es lo peor que puede pasar? Cuando te notes diciendo ay no se… Solo hazlo. Y felicítate. Poco a poco esto ayudará a que el proceso sea más sencillo y que ganas en confianza. 

Baraja más de dos opciones o será un dilema, siempre hay grises dónde vemos solo blanco y negro. Te animo a que veas la cantidad de tonalidades que tiene la vida.

Pregúntate ¿Tienes que… o Quieres hacerlo? Y no me refiero a esos “tengos” que me cuestan pero me ayudan a avanzar hacia lo que quiero, si no a esos referentes externos de lo que deberías hacer o no hacer, siendo quien se supone que eres.

¿Qué es lo que realmente quieres vivir, sentir, decir, hacer? Quita el grano de la paja y se sincero sobre lo que quieres y no quieres. Verás como aumenta tu capacidad de ver cuál es tu mejor opción.

Toma tus decisiones importantes con tus valores como brújula. Si tomas las decisiones por satisfacciones inmediatas, por evitar el esfuerzo, por agradar o porque parecía mejor opción te sentirás vendido y perdido.

Al final las cosas son más fáciles de lo que parece. Si valoras la generosidad ponla en tu vida, nada te hará sentir tan coherente como ser generoso y de paso como un plus, los demás agradecerán tu autenticidad.

Debajo de un miedo también hay un deseo. Descúbrelo y aférrate a él para encontrar la energía necesaria que te permita tomar la decisión de ir a por él.

Elijas lo que elijas siempre ganas. Lo creas o no todos los caminos aportan algo para tu vida, aunque creas que te equivocaste en alguno de ellos, eso te permitió estar y ser quien eres ahora.

En todas las elecciones también renuncias o pagas un precio, asúmelo, pero gracias a ello aprendes y te reinventas día a día.

No tengas tanto miedo a equivocarte, el mayor error es no hacer nada por no saber qué sucederá, ¿Conoces a alguien que lo sepa? 

Una vez tomada la decisión, desengánchate del y siii, pasa la página del libro y vive. Si no el mayor de los tesoros perderá su brillo por no poder apreciarlo o por pensar que quizás el otro tesoro puede brillar más.

Ya sabes no es  vitamina C, ni el omega 3.... no te olvides de tomar aquello que mejor te sienta, DECISIONES.

miércoles, 1 de agosto de 2012

LA FELICIDAD por Jorge Bucay

Una magistral lección sobre la FELICIDAD.
Me ha emocionado especialmente la parte final del vídeo donde lee una carta dirigida a su hija que se supone ella abrirá cuando él ya no esté,  en la que enumera todos los valores que ha pretendido transmitirle en vida.