sábado, 30 de junio de 2012

Los beneficios de la meditación están más que garantizados. El problema reside en que todavía mucha gente no sabe cómo hacerlo. Algunos asumen que para meditar se necesita un montón de tiempo (error!!), otros piensan que la meditación consiste en quedarse quieto sin hacer nada (no, no no!!), y algunos se toman la meditación como una prueba de resistencia.. (Como si se tratase de un entreno para una media maratón!!).

No. Nada más lejos de la realidad!! Hay muchos tipos de meditación, cada uno de los cuales, requiere un tiempo y unas características diferentes.
En este post voy a hablaros sobre una meditación corta, (solo se requiere un minuto aproximadamente) que puede ser un excelente comienzo para aquellos que quieren aprender a meditar, pero debido a la “supuesta” falta de tiempo, nunca se han puesto en serio a ello.
En este cortito tiempo que dura el ejercicio haciendolo con regularidad, podréis conseguir reducir el estrés, mejorar la concentración y por qué no… encontrar un poco de paz!! Os animo a ver el siguiente video con el paso a paso de esta MEDITACION EN UN MINUTO. Es muy interesante. Está en inglés con subtitulos en español!!


viernes, 29 de junio de 2012

El Control Mental, la Meditacion, el Altruismo y La Ciencia

Hoy mas que nunca la ciencia, y la religión están confluyendo, y al final se van a dar cuenta de que estaban mirando una misma realidad con perspectivas diferentes.

miércoles, 27 de junio de 2012

Permite a tu hijo alcanzar su propio SUEÑO

Esta frase se puede aplicar a muchos padres y madres que quieres conseguir que sus hijos realicen los sueños que ellos no han sido capaces de alcanzar. ERROR!!!! y se sienten nuevamente frustados si resulta que sus hijos no comparten esos mismos sueños.
Tu hijo ha de sentirse libre para alcanzar sus propios sueños

Técnicas para amaestar tu vocecita

¿Oyes voces? Si ahora estás rodeado de personas o en un lugar público, seguramente las oyes. Pero, hoy, no me refiero a ese tipo de voces, me refiero a LA VOCECITA o lo que es lo mismo, ese diálogo interior que mantenemos con nosotros mismos.
Lo ideal es que esa Vocecita cumpla su función, ayudarnos en nuestro día a día y en nuestra supervivencia, pero en muchas ocasiones, lo que hace es bloquearnos, paralizarnos y evitar que nos desarrollemos como personas.
“No puedo”, “Eres torpe”, “Es imposible”, “No tienes la preparación suficiente”. ¿Te suena? Tim Gallaway, entrenador de tenis y uno de los padres del coaching moderno, conocía bien los efectos negativos que la vocecita puede causar. “Los jugadores tienen un enemigo mucho más difícil que el que está al otro lado de la red y es el que está en su propia cabeza”, decía.
Fue Blair Singer, uno de mis magníficos profesores de coaching el que comenzó a mostrarme cómo manejar bien esa Vocecita en mi caso particular o en el de mis clientes.
Estas eran sus recomendaciones:
  • Reconocer que esa Vocecita existe y detectar cuándo y en qué situaciones se activa.
  • Aprender a alejarnos emocionalmente de ella y escucharla objetivamente.
  • Evaluar su procedencia (qué persona, experiencia o circunstancia la causa).
  • Aplicar alguna técnica
  • Silenciarla (siempre que sea negativa) y confiar en nosotros.
¿Algunas recetas para manejar la Vocecita? Esta son las que mejor funcionan.
  • Identifica la autocrítica y ridiculízala. Por ejemplo. Siempre que detectes el “No puedo”, ponle voz de Micky Mouse y di “No puedo” de forma acelerada hasta que suene realmente ridícula.
  • Sé consciente de lo que te dice la Vocecita y DILE: 1,2,3 ¡Que te calles! y pasa a la acción.
  • Dale las gracias por compartir esa información y sigue adelante sin tomarlo en cuenta.
  • Baja su volumen hasta que no puedas oírla.
  • Visualiza el resultado deseado, de la forma más clara posible, como si ya estuviera ocurriendo.
  • Desconecta de tu Vocecita centrando tu mente en el Aquí y Ahora. Puedes concentrarte en el ruido de tu entorno o fijarte en los colores de un paisaje mientras respiras abdominalmente. Esto te ayuda a detener tu diálogo interior.
Como siempre, la práctica es todo. Los grandes deportistas utilizan este tipo de técnicas a diario, practicándolas una y otra vez. ¿Y te has fijado como un futbolista o tenista celebra cada gol o punto? Te invito a hacer lo mismo, a celebrar efusivamente cada uno de tus triunfos, felicitándote cuando haces algo bien.
Y, aún más importante, aprende también de cada error. Mira los resultados tal como son, sin agregarle una carga emocional negativa. Lo mejor es decirte a ti mismo: “Equivocarme es una parte importante de mi aprendizaje. Lo único que tengo que hacer es corregir lo que no ha salido bien”
 ¿Preparado/a para amaestrar tu Vocecita? ¡Adelante!
Colaboración de con-fluir

Honestidad en el discurso del presidente de Uruguay

El presidente de Uruguay en su discurso de  la cumbre Rio+20 BioBioChile sorprendió a todos con su discurso lleno de honestidad y emotividad.
Su conclusión final es :"Cuando luchamos por el Medio Ambiente , el primer elemento del Medio Ambiente se llama la FELICIDAD HUMANA".
Cuanto de verdad hay en todo ello. ¡Ojala que haya muchos lideres políticos con unas ideas tan positivas y las hagan realidad!

domingo, 24 de junio de 2012

Los filtros mentales

Mario Alonso Puig

Fellow en Medicina y Cirugía por la Universidad de Harvard. Trabajó durante dos años en el Instituto de Ciencias Neurológicas de Madrid y ha dedicado gran parte de su vida al estudio de las Funciones Superiores del Cerebro.
Es uno de los máximos investigadores de la Inteligencia Humana y del Aprendizaje


sábado, 23 de junio de 2012

Las reglas para ser humano

 

Recibirás un cuerpo Puede ser que te guste o que lo odies, pero será tuyo durante todo el tiempo que pases aqui

2. Aprenderás lecciones: Estás inscrito a tiempo completo en una escuela informal que se llama vida. Cada día que pases en ella tendrás oportunidad de aprender lecciones. Puede ser que las lecciones te gusten como que te parezca que no vienen al caso o que son estúpidas.

3. No hay errores, sólo aprendizaje: El crecimiento es un proceso de ensayo y error: la experimentación. Los experimentos fallidos son parte del proceso en igual medida que los que, en última instancia, funcionan.



4. Una lección se repite hasta que está aprendida: Cada lección se te presentará en diversas formas hasta que la hayas aprendido. Cuando eso suceda podrás pasar a la lección siguiente.

5. El aprendizaje no tiene fin: No hay en la vida ninguna parte que no contenga lecciones. Si estás vivo, aún te quedan lecciones que aprender.

6. «Allí» no es mejor que «aquí»: Cuando tu «allí» se ha convertido en un «aquí», simplemente habrás obtenido otro «allí» que te parecerá nuevamente mejor que «aquí».

7. Los demás no son más que espejos que te reflejan: No puedes amar ni odiar nada de otra persona a menos que refleje algo que tú amas u odias en ti mismo.

8. Lo que hagas de tu vida es cosa tuya: Tienes todas las herramientas y recursos que necesitas, lo que hagas con ellos es cosa tuya. La elección es tuya.

9. Tus respuestas están dentro de ti: Las respuestas a las cuestiones de la vida están dentro de ti. Sólo tienes que mirar, escuchar y confiar.

10. Te olvidarás de todo esto...pero podrás recordarlo siempre que quieras

Autor: Cherie Cater-Scott

viernes, 22 de junio de 2012

Llegan las vacaciones y también la hora de los suspensos


Hoy empiezan las vacaciones escolares y recibimos sus notas.
¿Preparado? ¿Qué hará si hay suspensos? 
Sepa que enfadarse, alzar la voz o humillar a su hijo no sirven de nada. Y castigarle para todo el verano tampoco. 
¿Cómo reaccionar entonces?

Tranquilidad, análisis realista y firmeza en la aplicación de soluciones. En eso, básicamente, consiste la receta que maestros, pedagogos y psicólogos dan a los padres a la hora de afrontar los suspensos de sus hijos. Sencilla ¿no? Entonces, ¿por qué lo primero que suelen hacer los padres cuando su hijo llega con uno o varios suspensos es echarse las manos a la cabeza, enfadarse, regañarle y lanzarle toda una retahíla de castigos y amenazas? 
“Nunca se viven bien los suspensos; los padres se preocupan mucho porque sus expectativas académicas y sociales se frustran, y eso les provoca una reacción de enfado y de culpa que a veces dirigen hacia el niño y a veces hacia ellos mismos reprochándose no haberle ayudado más”.

Un suspenso no es para alarmarse ni desmoralizarse y, por el contrario, a veces puede resultar un acicate, una manera de aprender a superar la frustración y a poner más recursos personales para superar las dificultades.
Lo importante en estos casos es no desmoralizar ni humillar al chaval con comentarios del tipo “eres un vago”, “es que eres muy torpe” o “no vales para estudiar”. “Lo importante es no hacer creer al niño o al adolescente que por ese suspenso ya no es bueno para los estudios, porque está demostrado que el éxito en sus estudios esta mas relacionado con el concepto que el  niño tenga de si mismo , que con los que comúnmente llamamos inteligencia ”. Por eso la receta es “decirle al hijo que él puede, que ha fallado y ha suspendido porque hay cosas que no ha entendido pero que podrá entenderlas con más atención y esfuerzo, animarle a superarse y apoyarle para que no se perciba como torpe y eso configure su autoconcepto académico”.

La recomendación es ver el suspenso como una forma de enfrentarse a la frustración de no haber alcanzado el nivel exigido porque se ha descuidado, y de superarla con esfuerzo en lugar de que frustrarse suponga abandonar o derive en agresividad.

En lugar de recurrir a la bronca y el castigo, hay que sentarse con papel y lápiz y hacer un análisis conjunto (padres e hijo) lo más sereno posible sobre las causas, los primeros síntomas, el proceso y el resultado final. 

Una vez analizada las causas de los suspensos, los expertos recomiendan ir a hablar con el tutor padres e hijo. No se trata de increpar al profesor con un “¿por qué ha suspendido a mi hijo?, sino plantearle “¿cómo podemos ayudarle?” y hablar de cómo se sitúa socialmente en clase, de si es un hecho puntual la caída de rendimiento, a qué obedece….

Y una vez hechos todos los análisis, se trata de poner remedio. Los expertos consultados aseguran que no es cuestión de grandes tragedias ni dramas, ni de obligar al hijo a sacrificar todas las vacaciones, pero sí de establecer con él un plan de trabajo.  
Puede ser útil la opción de buscar un profesor particular que le ponga al nivel adecuado
Se trata de poner unas normas y sus consecuencias, asumibles a cada edad, creando un clima positivo, de complicidad, diciéndoles que la responsabilidad es de ellos pero que no están solos y les vamos a ir acompañando y haciendo un seguimiento. Es muy importante que la planificación de trabajo que se haga sea realista, se ponga a prueba durante quince días y se revise cómo va, si se ajusta a lo esperado o no. “Hay que supervisar y ayudarles a planificar, y si se quejan de que ‘no te fías’ o ‘me controlas’, explicarles que se trata de acompañarle para que su plan sea viable, de enseñarle a vivir, porque la planificación es una necesidad en la vida
Lo importante, explican los expertos, es firmeza y constancia en el seguimiento. En algunos casos la tarea para los padres, al principio, puede ser agotadora, pero resulta imprescindible. Si el padre después de la bronca inicial por los suspensos sigue con su trabajo y su vida, sin más, el chaval queda abandonado a su soledad “y estudiar no es fácil, es más atractivo ir a la pantalla de internet o al televisor y ver una película”.

Qué hacer...

Mantener la calma
Cualquier suspenso es superable, es cuestión de esfuerzo complementario. Suspender puede tener incluso una vertiente positiva si se aprovecha para aprender a afrontar la frustración y a superarla con esfuerzo, sin eludirla ni caer en la agresividad.

Buscar las causas
No es lo mismo un suspenso por una dificultad concreta o un bajón pasajero que suspender un montón de asignaturas por falta de trabajo, de organización y esfuerzo. Preguntar al hijo los motivos de sus calificaciones.

Ser realista
Que el hijo suspenda no quiere decir que atraviese una depresión o tenga problemas de aprendizaje. Hay que hacer un análisis realista, a veces sólo es inmadurez.

Hablar con los profesores
Conocer cuál es la actitud y rendimiento escolar, con el chaval presente en la reunión, para evitar las dudas sobre que alguien miente.

Elaborar un plan de actuación
Pedir al hijo soluciones para cada una de las causas por las que ha suspendido y ayudarle a diseñar un plan para ponerlas en práctica. Las acciones han de ser claras y realistas. Puede ser interesante dejar constancia por escrito de los compromisos adquiridos y qué ocurrirá si no se cumplen.

Ayudar
Aunque la responsabilidad de los estudios es de los hijos, a veces hace falta que los padres les motiven, les ayuden a organizarse, les proporcionen técnicas de estudio o un profesor particular que les explique.

Supervisar
Los padres han de controlar que se cumplen las actuaciones previstas para superar los suspensos y hacer un seguimiento diario de las tareas escolares, y retirar privilegios si el chaval no asume sus responsabilidades.

Qué no hacer...

Gritar o insultar
Los chavales ya llegan angustiados y tensionados cuando han recibido un suspenso. Que los padres añadan más dramatismo a la situación no ayuda en nada y puede resultar contraproducente. Se puede expresar el descontento de forma seria pero constructiva.

Humillar y reprochar
Hay estudios que aseguran que el éxito escolar depende más del autoconcepto académico que de la inteligencia. Y calificar al chaval de inútil, vago o torpe daña su autoconcepto y no motiva.

Sermonear y olvidar
Si no se adoptan medidas, el problema no se resolverá solo. Estudiar no es fácil y si sólo depende de la voluntad del chaval es muy probable que le tienten más otras actividades.

Imponer grandes castigos
Los castigos imposibles, que no se pueden mantener en el tiempo, no tienen ninguna utilidad y deseducan. El recorte de privilegios debe ir condicionado a los compromisos adquiridos y la dedicación de tiempo al estudio.

Buscar excusas
Los chavales que suspenden no tienen necesariamente problemas de aprendizaje ni desequilibrios internos. Y normalmente tampoco es culpa de los profesores. Conviene ser realista al analizar las causas.

viernes, 15 de junio de 2012

Potenciar la autoestima en tu hijo/a

Es la piedra angular del éxito o fracaso de cualquier individuo, la capacidad de sentirte valioso, la posibilidad de aceptarte y decir este soy yo y soy valioso, me amo y por eso merezco lo mejor, etc. La base de la autoestima es el afecto, no nacemos con autoestima.Este es un constructo social. Nos damos cuenta de quienes somos a través de los espejos y mensajes que mandan los padres, tanto verbales como no verbales, por ellos los primeros generadores de autoestima son papá y mamá, los segundos son los adultos más constantes alrededor del niño y los terceros son los maestros, y con estos tres personajes se construye un paquete, conformado por autoestima, autoconcepto y autoimagen con los cuales nos proyectamos a la vida. 
De ahí la importancia de que los mensajes que les demos a nuestros hijos sean siempre en POSITIVO incluso cuando tengamos que reprenderles por algo que no han hecho bien. Se trata de no incidir tanto en mensajes del tipo "¡Que torpe eres, no eres capaz de sacar los problemas de matemáticas!"  ó "¡Eres un vago y no haces nada!" pues estos mensajes ponen en cuestión su valía como persona si no aludir a la situación  concreta y  darle alternativas para poder mejorar como "Este problema no esta bien hecho.Lo podemos intentar juntos de nuevo "   "Tu habitación está desordenada. ¿cómo podemos hacer para que te sea mas fácil mantener el orden?" 

Uno de los factores más comunes en las personas que sufren de baja autoestima es que vienen de un ambiente sumamente competitivo.  El colegio, los amigos, los hermanos y los padres.  Cuando no logran ser primeros en alguna competencia o en alguna materia, suelen haber comparaciones y hasta críticas... muchas veces denigrantes. 
Siempre queremos que nuestros hijos sean mejores, y eso es muy sano, lo que les puede afectar es que les exijamos ser “los” mejores.

Por otra parte el potenciar una autoestima sana  en nuestros hijos no se trata de hacerlos egocéntricos, hay una diferencia muy grande entre amor propio y egoísmo. Para una persona con amor propio es primero "yo" pero existe un segundo y un tercero, mientras que  para la persona egoísta es "yo" primero, "yo" segundo y "yo" tercero. Desafortunadamente los padres confundimos un poco y no formamos una sana autoestima por temor a hacerlos soberbios, vanidosos, engreídos y prepotentes, pero no tiene nada que ver, una sana autoestima pertenece a una parte profunda del individuo.

sábado, 9 de junio de 2012

Aprende a decir NO

Para lograr tus metas, 
vas a necesitar aprender
a decir NO!

Es más facil decir No, 
cuando un poderoso 
Sí brota de tu interior.



La mayoría de las personas hemos vivido la experiencia de decir que SI cuando queríamos decir NO.  Quizá tu jefe pidiéndote que te quedes hasta más tarde, o tu pareja decidiendo dónde ir de vacaciones.  ¿Cómo te sientes cada vez que querías decir que NO y terminaste diciendo SI?
Hay muchas razones para explicar esa dificultad en decir NO, pero podríamos resumir a casi todas ellas en la creencia  de que vamos a ser menos "queribles" por los otros si nos negamos a sus peticiones.  Así,  en miras de cuidar una relación, renunciamos a  ciertas necesidades, inquietudes y deseos.

Decir NO tiene que ver con el cuidado de tu dignidad.  Es la ultima reserva de poder que tenemos las personas.  Por eso tener competencia para decir que NO está directamente relacionado con la calidad de tu vivir.

Te propongo una fórmula de  3 pasos para que puedas dar un NO contundente a los otros sin descuidar la relación.

Paso 1: Decír SI.  En todo NO subyace un SI.  Cuando dices que NO  a tu jefe que te pide venir el sábado a la oficina a terminar un trabajo, le estás diciendo que SI a otras cosas (tiempo con tu familia, el partido de futbol con tus amigos, tu descanso y calidad de vida, etc.).   Entonces, el primer paso para construir un NO poderoso es tener bien en claro a que le queres decir que SI.

Paso 2: Decír NO.  Teniendo bien en claro a que le estás diciendo que SI, te resultará más fácil poder dar un firme, contundente y respetuoso NO  a la otra persona.  Lo cortés no quita lo valiente, por lo que es posible ser respetuoso e incluso amoroso, pero también firme y determinado.

Paso 3: Decír SI. Dale un sí a la relación con el otro, ofreciendo una tercera posibilidad que tenga en miras el interés del otro.  Por ejemplo al jefe: "Jefe con relación a venir el sábado, quiero contarte que para mí ese día es un momento clave para disfrutar y pasar con mi familia (primer SI), así que te digo que NO voy a venir (paso 2).  Pero entiendo que  es importante llegar a tiempo con ese informe, así que te propongo que nos quedemos hoy y mañana hasta más tarde para adelantar (Segundo SI) ¿cómo lo escuchas?."

Y tu,¿ a qué le estás diciendo que SI hoy, pero en realidad querrías decirle que NO?  Hoy puede ser un gran día para que empieces a decirle que NO a algún otro, y comiences a decirle que SI a  tus sueños, necesidades e intereses.

miércoles, 6 de junio de 2012

El éxito comienza con la voluntad

Si piensas que estás vencido, lo estás;
Si piensas que no te atreves, no lo harás;
Si piensas que te gustaría ganar,
pero crees que no puedes, no lo lograrás;
Si piensas que perderás, ya has perdido.
Porque en el Mundo, comprenderás
que el éxito comienza con la Voluntad del Hombre.
Todo está en el estado mental.
Porque muchas carreras se han perdido
antes de haber corrido;
y muchos cobardes han fracasado
antes de haber su trabajo empezado.
Piensa en grande y tus hechos crecerán;
Piensa en pequeño y quedarás atrás;
Piensa que puedes y podrás.
Todo están en el estado mental.
Si piensas que estás aventajado, lo estás;
Tienes que pensar bien para elevarte:
Tienes que estar seguro de ti mismo
antes de intentar ganar un premio.
La batalla de la vida
no siempre la gana el hombre más fuerte
ni el más ligero,
Porque tarde o temprano,
el hombre que gana
es aquél que cree poder hacerlo.
RUDYARD KIPLING

lunes, 4 de junio de 2012

Los 12 consejos de la Universidad de Harvard para ser FELIZ

Hewlett-Packard
1-. Practica algún ejercicio: (caminar, ir al gym, yoga, natación etc). Los expertos aseguran que hacer ejercicio es igual de bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo, 30 minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y el estrés.
2-. Desayuna: algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Estudios demuestran que desayunar te ayuda a tener energía, pensar y desempeñar exitosamente tus actividades.
3-. Agradece a la vida todo lo bueno que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.
4-. Se asertivo: pide lo que quieras y di lo que piensas. Está demostrado que ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Ser dejado y aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan, genera tristeza y desesperanza.
5-. Gasta tu dinero en experiencias no en cosas
6-. Enfrenta tus retos: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Estudios demuestran que cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, mas ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a cumplir y cúmplelas.
7-. Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados. Llena tu refrigerador, tu computadora, tu escritorio, tu cuarto….TU VIDA de recuerdos bonitos.
8-. Siempre saluda y se amable con otras personas: Mas de cien investigaciones afirman que solo sonreír cambia el estado de ánimo.
9-. Usa zapatos que te queden cómodos: “Si te duelen los pies te pones de malas” asegura el Dr. Keinth Wapner presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.
10-. Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia enfrente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.
11-. Escucha música: Esta comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, esto te va a alegrar la vida.
12-. Lo que te comes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo:
b) Evita el exceso de harinas blancas y el azúcar.
c) Come de todo
d) Varia tus alimentos

domingo, 3 de junio de 2012

Prisionero de la seguridad

En general, queremos que las cosas sean como deseamos y esperamos. Y al pretender que la realidad se adapte constantemente a nuestras necesidades y expectativas, solemos inquietarnos y frustrarnos cada vez que surgen imprevistos, contratiempos y adversidades.
De ahí que nos guste crear y preservar nuestra propia rutina, intentando, en la medida de lo posible, no salirnos del guión preestablecido. Estudiamos una carrera universitaria que nos garantice “salidas profesionales”. Trabajamos para una empresa que nos haga un “contrato indefinido”. Nos esposamos a una persona a través del “matrimonio”. Solicitamos una “hipoteca” al banco para comprar y tener un piso en “propiedad”. Y más tarde, un “plan de pensiones” para no tener que preocuparnos cuando llegue el día de nuestra “jubilación”. En definitiva, solemos seguir al pie de la letra todo lo que nos dice el sistema que hagamos para llevar una vida normal. Es decir, completamente planificada y, en principio, carente de riesgo y segura.
Así, con cada decisión que tomamos anhelamos tener la certeza de que se trata de la elección correcta, previniéndonos de cometer fallos y errores.
Sin embargo, este tipo de comportamiento pone de manifiesto que, en general, nos sentimos profundamente indefensos e inseguros. Y esto, a su vez, revela que no sabemos convivir con la incertidumbre que es inherente a nuestra existencia. 
La seguridad es una ilusión
“El cielo es azul, el mar es salado y la vida es incierta”. Amado Nervo.
Cuanto más inseguros nos sentimos por dentro, más tiempo, dinero y energía invertimos en asegurar nuestras circunstancias externas, incluyendo, en primer lugar, nuestra propia supervivencia física. No en vano, la mayoría de nosotros siente un profundo temor a la muerte. Nos incomoda tanto saber que tarde o temprano vamos a morir que se ha convertido en un tema tabú para la sociedad. Aunque cada día fallezcan decenas de miles de personas en todo el mundo, simplemente negamos la posibilidad de que nos toque el turno, tanto a nosotros como a alguno de nuestros seres más cercanos y queridos.
Es interesante señalar que en muchas ocasiones experimentamos miedo sin ser amenazados por ningún peligro real e inminente. A esta actitud se la denomina “pre-ocupación”. Eso sí, para justificar y mantener nuestro temor solemos inventarnos dichos escenarios conflictivos por medio de nuestro constante pesimismo. De esta manera, la inseguridad se ha convertido en uno de los cimientos psicológicos sobre los que hemos construido la sociedad contemporánea. De ahí que la “seguridad nacional” sea uno de los conceptos más utilizados por los dirigentes políticos. Estamos siendo testigos de cómo en el nombre de la seguridad se están recortando y reduciendo nuestros derechos y libertades. Y por más rimbombantes que sean las explicaciones oficiales, la ecuación es bien simple: cuanta más seguridad, más esclavitud.
"Llevar una vida segura” es una contradicción en sí misma. Principalmente porque es imposible saber lo que nos va a ocurrir mañana, y mucho menos tener garantías absolutas de que nuestro “plan existencial” va a desarrollarse tal y como lo hemos diseñado.
Tener fe en la vida
“La confianza surge de forma natural cuando descubres el propósito de tu vida”. Joan A. Melé.
La confianza también nos permite, finalmente, abrazar la inseguridad inherente a la existencia, cultivando así una relación de amistad con la vida. Más que nada porque la única certeza que tenemos es que la incertidumbre solo desaparece con nuestra muerte. Y que hasta que ese día llegue estamos condenados a tomar decisiones. Dado que no podemos prever lo que va a sucedernos mañana, el reto consiste en girar 180 grados nuestro foco de atención, aprendiendo a confiar en nuestra capacidad de dar respuesta a las diferentes situaciones que vayan surgiendo por el camino.
Como consecuencia directa de esta confianza vital, empezamos a “tener fe en la vida”. Y esta no tiene nada que ver con ninguna creencia religiosa. Se trata más bien de “intuir que en el futuro va a seguir sucediéndonos exactamente lo que necesitamos para seguir evolucionando y madurando como seres humanos”. De esta manera, comenzamos a ver e interpretar nuestras circunstancias de una forma más positiva, constructiva y eficiente. E incluso a salir de nuestra zona de confort, arriesgándonos a tomar decisiones y acciones que nos permitan seguir nuestro propio sendero. Así, gracias a la confianza podemos ser libres. Y la libertad nos brinda la oportunidad de ser auténticos, siendo fieles a nuestra intuición.
Y digo yo, si no confiamos en nosotros mismos, ¿quién va a hacerlo? Si no tenemos fe en la vida, ¿quién sale perdiendo?
El primer paso es el más difícil y está dado así que ahora… a seguir adelante. ¡Siempre!
Y ahora venga, todos en pie y un aplauso para todos los que se atreven en la vida:

viernes, 1 de junio de 2012

Efecto Pigmalion

Pigmalión era un rey que vivía en Chipre y tenía una gran afición a la escultura. Cuenta la mitología griega que entre las obras que creó, había una que sobresalía por encima de las demás.
Era la estatua de una mujer tan bella, que rozaba la perfección y de la que el rey se había enamorado locamente. Tanto pidió a los dioses que esta se convirtiera en una mujer real, que Afrodita conmovida por el deseo del rey la convirtió en humana. Nace así el Efecto Pigmalión.
"Solo si creemos que podemos conseguir algo lo conseguiremos"
Aplicado a nuestra vida, el Efecto Pigmalión es el proceso mediante el cual las expectativas o creencias que depositemos en una persona, modificarán su comportamiento haciendo que cumpla dichas expectativas. En psicología también es conocido como "Profecía Autocumplida".
"Trata a una persona tal y como es y seguirá siendo lo que es; trátala como puede y debe ser y se convertirá en lo que puede y debe ser". Goethe.
Aplicaciones del Efecto Pigmalión
Este efecto se ha estudiado y puede aplicarse en casi todos los ámbitos. El ejemplo más conocido es el de un estudio psicológico que se realizó en un colegio. A un grupo de profesores se les hizo creer que una serie de alumnos (elegidos al azar) habían sacado puntuaciones más altas que el resto en unos de test de inteligencia, por lo que estos tendrían mejores resultados. Lo curioso del estudio, es que unos meses después se comprobó que estos alumnos efectívamente habían tenido mejor rendimiento y buenos resultados. Los maestros habían creado grandes expectativas para esos alumnos, de tal forma que su comportamiento se enfocó en que estos destacaran. Los alumnos a su vez, recibieron esas expectativas y condicionados por ellas, aumentaron su rendimiento.
También se puede aplicar a las empresas. Existe otro estudio en el que se designó un cargo de responsabilidad a un trabajador no cualificado para el puesto y las expectativas tanto de los jefes como de los compañeros hicieron que esa persona no solo desarrollase bien su nuevo trabajo sino que incluso promocionase más aún en la empresa. De la misma manera, existen gerentes que tratan a sus empleados de una forma que hace que estos trabajen muy por debajo de sus posibilidades, bajando considerablemente la productividad de la empresa.
El ámbito familiar también está plagado de ejemplos. El más típico es el de: "mi hijo fulanito es muy bueno, serio, responsable, etc.; en cambio mi otro hijo menganito es un vago, travieso,...". Inconscientemente estaremos creando unas expectativas para cada hijo que sin duda alguna se reproducirán en el futuro y por desgracia confirmarán nuestras predicciones.
El campo de los deportes tampoco es ajeno a este efecto. Es importantísimo para un deportista de alto nivel el poder desarrollar sus capacidades al máximo y de ahí la importancia que tiene la psicología y el coaching en este campo.
Y no deja de ser curioso el Efecto Placebo que se produce en Medicina. ¿Por qué muchas veces si nos dan un placebo y nos dicen que es un medicamento conseguimos una mejora en nuestros síntomas? La respuesta es simple: el resultado es bueno porque viene de una persona en la que confiamos en temas de salud y además, tenemos unas expectativas depositadas en que los fármacos nos curan de ciertas enfermedades.
Nuestro éxito está condicionado a las expectativas
Es increíble que las expectativas que los demás tengan hacia nosotros, pueden condicionar nuestro éxito o fracaso en nuestros objetivos. Cuando alguien nos alienta, nos motiva y reálmente cree en nosotros, nos empapamos como esponjas de esas creencias y pisamos el acelerador y no descansamos hasta alcanzar el objetivo. Realmente somos sensibles y permeables a las expectativas de otros, de forma que condicionan nuestras acciones.
De la misma manera, nosotros podemos ejercer un Efecto Pigmalión (EP) sobre las personas que nos rodean y favorecer que estos se desarrollen plenamente en sus objetivos vitales. Es un arma muy poderosa, pero también tiene un doble filo: al igual que un EP positivo puede ser altamente beneficioso, un EP negativo puede dar al traste con las ilusiones y limitar enormemente el potencial de una persona.