martes, 14 de abril de 2015

5 creencias que nos alejan de la felicidad



¿Quién no tiene ese amigo o conocido que parece estar siempre feliz? De hecho, parece tan feliz que por momentos puede llegar a irritarnos su actitud positiva inquebrantable… Todo bajo la creencia de que no tiene derecho a mostrar dicha actitud, porque en realidad no todo es tan positivo como para manifestar ese grado de alegría, ¿Verdad? Lo cierto es que, a pesar de ello,todos buscamos la felicidad, es nuestro fin último, pero secretamente valoramos como incorrecto ver a alguien tan feliz.

No obstante, ¿Pensaríamos igual si estuviésemos en su lugar?

Esa persona se muestra así porque LA CAPACIDAD DE SER FELIZ RESIDE EN SÍ MISMO; la felicidad es un estado y no un fin. Si tienes tus necesidades básicas cubiertas y no eres feliz, te traemos algunas posibles causas de tu miseria emocional: cinco creencias que te están manteniendo alejado de la felicidad

1. La creencia de que la vida es justa

La vida no es siempre justa, pero tampoco es injusta en todas las ocasiones. Es verdad, nada parece lo suficientemente positivo como para ponerse feliz por ello… pero nunca habrá algo totalmente positivo, ni algo totalmente negativo. No pierdas más tiempo y energía deseando un imposible: que el mundo sea justo. Mejor invierte tus esfuerzos en hacer de tu día a día algo mejor y sé justo contigo mismo y con los demás.

2. La creencia de que el riesgo acabará mal

Desde que somos bebés, la vida consiste en arriesgarse. Aunque no nos acordemos, en algún momento de nuestros primeros meses, nos arriesgamos: nos levantamos y anduvimos a pesar de la inseguridad que sentíamos haciéndolo. Solo así empezamos a dar pasos hacia nuestro futuro.
Mantenerte en el camino fácil te protegerá a corto plazo, pero no avanzarás en la vida y esto te llevará a la frustración y a la apatía a largo plazo. Por el contrario, las personas felices son como el bebé que se levanta y anda: se desvían del camino, porque aunque sea difícil en ese momento, abrirán un abanico de posibilidades que, lejos de mantenerlas frustradas, las ayudará a desarrollarse e incrementará sus posibilidades de ser felices.

3. La creencia de que tienes el control sobre todo

No tienes el control sobre todo: la vida es un mar de sorpresas, algunas malas… ¡pero otras buenas! Esto no tiene por qué asustarte. No gastes fuerzas intentando controlarlo todo porque nunca sabrás cómo va a salir algo... y eso es lo que le da sentido a nuestras vidas, no saber qué viene después y, así, seguir caminando y descubriendo.

4. La creencia de que sufrir es malo

Imagínate que algo sale mal. Sufrirás… y muchos sufren por estar sufriendo. Pero ¿sabes qué?Sufrir no es malo. La naturaleza es imprevisible, así que hay que adaptarse para sobrevivir. Sufrir es normal, ¿acaso no sería alarmante que te ocurriese algo malo y no sufrieses por ello? Si no sufriésemos, caeríamos una y otra vez en el mismo error, porque no aprenderíamos que tal error trae consecuencias negativas y no avanzaríamos, nos anclaríamos, no nos adaptaríamos.

5. La creencia de que los demás son mejores que tú

Todos tenemos virtudes y defectos, pero creemos que los demás son mejores que nosotros… ¡gran falacia! Esto que nos ocurre es un mecanismo puramente adaptativo. Cuanto mejores seamos, mejor nos adaptaremos, más fuertes seremos y sobreviviremos. Por ello, nuestro cerebro se fijará en lo que los demás hacen bien, para que seamos conscientes de que podríamos hacer ese algo mejor aunque, tal vez, ni siquiera nos sea útil.
Conoce a tu cerebro y engáñalo, ¡véncele en combate! Como seres humanos, todos tenemos la misma capacidad para experimentar felicidad, dolor, necesidad y confort. Usa estas capacidades comunes centrándote en tus fortalezas y huyendo de la necesidad de aprobación por parte de los demás. Todos estamos aprobados, cada uno a nuestra manera.
(Fuente: la mente es maravillosa)

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