domingo, 15 de diciembre de 2013

Establecer limites en la adolescencia


¿Qué pasa cuando tus hijos ya no son aquellos nenes que corrían a tus brazos o querían jugar contigo cada cinco minutos? Tarde o temprano llega el momento en el que crecen lo suficiente como para salir solo con sus amigos y no depender tanto de ti como antes.

Aunque sabes que es parte de la vida, es complicado adaptarse a esta serie de cambios. La adolescencia es una transición no solo para ellos, sino también para los padres. Con el propósito de hacer este paso menos abrumador, creo que es bueno practicar desde la infancia. Sobre todo cuando se trata de poner límites. Pero, ¿en qué consisten exactamente?

Desde una educación respetuosa y atenta a las necesidades y desarrollo de los hijos, los límites son las zonas de confort en nuestro hogar y fuera de él donde como familia ayudamos a nuestros hijos a aprender a convivir en sociedad empezando por su propia casa.

Un ejemplo es a la hora de dormir. Seguramente quieren jugar, ver la tele o hablar con los amigos más tiempo, pero si no duermen temprano pasarán el día siguiente cansados. Así, estableces que pase lo que pase la hora de dormir no puede cambiarse. Creas un hábito y de esa forma estarán dispuestos a cumplirlo con mayor facilidad.

Pero seguro que te preguntas cómo lograr esto con un adolescente. Estas sugerencias son las que a mí me han sido de gran utilidad:

- Determina la necesidad de los mismos. Esto dependerá de sus actividades y su carácter.
- Habla con ellos sobre los límites establecidos. Si están involucrados desde un inicio y colaboran en crearlos, será más fácil que quieran respetarlos.
- Establece límites congruentes y claros.
- Sé flexible con los límites y las consecuencias cuando haga falta. No siempre la rutina es la misma y pueden haber excepciones. 
- Explica a tus hijos las consecuencias naturales. Te daré un ejemplo. Por accidente o porque ya no le gustaba, rompe su móvil. Tú te esforzaste para comprarle el aparato en cuestión y ahora ya no funciona, ¿qué hacemos? Nada. Ya no tiene modo de comunicarse con sus amigos, ni de hacer fotos, usar las aplicaciones o estar conectado contigo como antes. Para hablar con sus amigos tendrá que buscar otro medio pues no podrá mandarles mensajes. De ese modo, ha aprendido a cuidar sus cosas. Pero si lo castigas, por ejemplo, sin televisión o computadora por meses y después de eso le compras un iPhone, dudo mucho que aprenda una lección útil. 
- Prepárate para que traspase los límites. Dado que aprenden sobre la marcha, no dudes en que van a equivocarse. Cuando eso ocurra, no dudes en orientarlos. Solo mantente atento para encontrar el momento adecuado.
- Recuerda que las buenas acciones o los avances deben ser agradecidos, halagados y puestos de manifiesto. No hablo de recompensas o premios. Más bien de decirles y motivarlos con palabras a continuar por ese camino .Siempre es bueno fomentar su autoestima desde niños y más en esta edad tan difícil, cuando sus hormonas les causan conflictos emocionales.

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