domingo, 21 de abril de 2019

El éxito en la vida es cuestión de actitud

Podemos comenzar por hacernos las siguientes preguntas, ¿cuál es tu actitud de hoy? ¿cómo es tu manera de ver las cosas? ¿cómo reaccionas frente a los sucesos de la vida?.
Tener éxito en todo lo que hacemos y en cada camino que escogemos, no es cuestión de suerte, es definitivamente cuestión de actitud
Tus actitudes y comportamientos son un reflejo de lo que sientes en tu interior y de lo que los demás piensan sobre ti.
A través de la actitud tenemos la potestad de construir o destruir el éxito o el fracaso en nuestra vida, de allí que algunas personas sean capaces de irradiar buena energía tan sólo con entrar a un lugar determinado, lo mismo ocurre con aquellas que están rodeadas de pensamientos negativos.
Evidentemente, no todos los días podemos conservar una actitud positiva, enfrentamos penas y tragos amargos que no tiene sentido ocultar, sin embargo, nunca olvides que toda acción genera una reacción y ser positivo siempre nos dará ventaja frente a los avatares de la vida.
Mantener una actitud positiva frente a la vida, no tiene que resultarnos cuesta arriba, sencillamente debemos seguir algunos consejos que nos ayuden a mantener esta actitud:
En principio se agradecido, cuando prácticas la gratitud eres más feliz y de esta manera tu actitud ante la vida, siempre será más positiva y beneficiosa incluso para tu salud, en aquellos momentos de prueba donde se nos presentan obstáculos, debemos ser agradecidos con más razón todavía.
En segundo lugar, ayuda a los demás, no hay nada que llene de mayor placer que tender la mano a todo aquel que lo necesita y sin duda, siempre cultivarás una mejor actitud.
En tercer lugar, rodéate de personas positivas, elimina de tu vida todos esos pensamientos tóxicos que contaminan tu entorno, comentarios destructivos, críticas a la vida de los demás, calumnias y malas intenciones. Depurando tu entorno, podrás llenar de buenas energías todo lo que recibes de el.
En cuarto lugar, visualiza lo mejor de ti, cree en ti mismo, siempre aprende a ver lo mejor de ti, esto no significa tratar de ser extremadamente perfeccionista o ser muy duro contigo, sencillamente alimentar de forma positiva la autoestima.
Y en última instancia, practica la meditación, estos espacios de tranquilidad y serenidad te ayudarán a cultivar esas actitudes de sosiego que nos permiten depurar nuestros pensamientos y mantener una actitud más acorde con la vida que deseamos llevar, es inevitable dejarse arrastrar por la rutina y lo agobiante de las responsabilidades, sin embargo, esto no tiene que traducirse en una vida tortuosa, por el contrario, podemos hacer de nuestra vida, un panorama de armonía y placer en cada cosa que hacemos.
(Fuente: El rincón del Tibet)

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