Si has viajado alguna vez en avión como yo, sabrás de lo que voy a hablarte.
Antes de despegar las azafatas te informan de que es lo que hay que hacer en el caso de una gran turbulencia y como hay que que ponerse la mascarilla de oxigeno. Cuando viajamos con un niño en avión, lo primero que pensamos es que si llegara el caso se la pondríamos al niño primero, ¿verdad? Claro, es lo más importante…cuidar al niño….Error. El protocolo internacional de aviación dice que primero debemos nosotros usar la mascarilla y acto seguido ponersela al niño… ¿Por qué? Pues porque si nosotros no nos cuidamos primero, probablemente nadie podrá cuidar a ese niño…
Esto ocurre en la vida… Aprender a respetarnos , a cuidarnos, a confiar en nosotros, a perdonar, en definitiva a ser fiel a nosotros mismos, es una manera de cuidarnos para cuidar a los demás. En tu sistema de prioridades debes ser el primer sujeto, tú mismo, porque si tú no te cuidas, te valora, y te recargas de energía, nadie lo hará por tí…
Así que no confundamos el egoísmo con el amor propio. El egoísta no se quiere así mismo, llena su autoestima a base de utilizar a los demás en beneficio propio, bien por violencia, control, o dependencia., Amarse a uno mismo es el comienzo del amor universal: Si no nos queremos, no podemos querer a los demás.
Y para demostrar que nos queremos, vamos a ponernos la”mascarilla de oxigeno” cada vez que lo necesitemos, cuidándonos para poder cuidar después a los demás.
Porque tú eres la esencia de tu propia vida.
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