Desde que nacemos recibimos mensajes, muchos de los cuales interiorizamos sin saber porqué. Mensajes que nos indican que está bien y que está mal, pero ¿Quién ha decidido lo que es adecuado? “No interrumpas a los mayores mientras hablan”, “Ponte esta ropa”,"No seas egoísta”, “No te fíes de nadie” "En esta vida cada uno va a lo suyo"
A través de negaciones y deberes, poco a poco, vamos adquiriendo una forma de pensar, sentir y ver el mundo. Se nos moldea para ser lo que la sociedad quiere que seamos; si eres chica, se espera que estudies una determinada carrera, que vistas con un estilo y que actúes de forma diferente a los chicos.
De esta forma, según crecemos vamos perdiendo la espontaneidad y diversidad del ser humano, la confianza en el otro y más importante aún, en uno mismo.
No se fomenta la confianza, la seguridad y el conocimiento interior, elementos básicos para una sociedad satisfecha y feliz. Ser lo que la sociedad quiere que seas significa plegarte al modelo común, seguir al rebaño. Perder tu esencia innata, tu espontaneidad, en definitiva, dejar escapar tu felicidad.
Si te gusta pasear con pantalón corto en pleno invierno por el paseo marítimo, ¡hazlo! Siempre, hagamos lo que hagamos hablaran de nosotros así que actúa sin tener en cuenta “el qué dirán”. Cuando te digan “No lo conseguirás” o “tu no vales para esto” asiente, sonríe y sigue hacia delante. No te enfrentes, no te enfades, no merece la discusión.
¡Lo más importante es lo que tú piensas de ti mismo!
Toma decisiones según tu conocimiento interior, confía en lo que tú piensas y sientes, ten valor para llevar a cabo lo que decidas. Si estás convencido de que ese es el camino correcto, lo será. Si en tu andadura hacia la consecución de tus sueños te caes, tranquilo, incluso esa caída esconde un gran tesoro, la enseñanza que te deja.
El amor existe, la gente buena, el altruismo y las buenas intenciones también, ¿Quién te inculcó que no era así? Podrás trabajar en lo que te gusta y apasiona, podrás estar rodeado de maravillosas personas, podrás conseguir todo lo que te propongas,lo que te hace feliz y no dejándote guiar por convencionalismos o “deberías”.
Por eso, si eres padre deja a tu hijo tomar sus decisiones y aprender de sus equivocaciones. Si tienes pareja, deja que tu pareja sea como es, sin hacer de ella lo que tú quieres que sea. Y tú, haz lo que te haga feliz en cada momento.
¡Lo más importante es lo que tú piensas de ti mismo!
Toma decisiones según tu conocimiento interior, confía en lo que tú piensas y sientes, ten valor para llevar a cabo lo que decidas. Si estás convencido de que ese es el camino correcto, lo será. Si en tu andadura hacia la consecución de tus sueños te caes, tranquilo, incluso esa caída esconde un gran tesoro, la enseñanza que te deja.
El amor existe, la gente buena, el altruismo y las buenas intenciones también, ¿Quién te inculcó que no era así? Podrás trabajar en lo que te gusta y apasiona, podrás estar rodeado de maravillosas personas, podrás conseguir todo lo que te propongas,lo que te hace feliz y no dejándote guiar por convencionalismos o “deberías”.
Por eso, si eres padre deja a tu hijo tomar sus decisiones y aprender de sus equivocaciones. Si tienes pareja, deja que tu pareja sea como es, sin hacer de ella lo que tú quieres que sea. Y tú, haz lo que te haga feliz en cada momento.
Reflexiona sobre los mensajes que llegan a tu vida, ten valor y confianza para rebatir aquello con lo que no estés de acuerdo. Y aunque desentone, haz lo que te apetezca en cada momento. Vive siguiendo el camino de tu felicidad, recuerda, de tu felicidad, no la de otros.
No temas, no desconfíes del prójimo, cree en tu valía, cosecha el sano egoísmo hacia ti mismo, cuídate y mímate.
Tú eres lo más importante que existe. Enamórate de la persona más hermosa, valiosa y atractiva que haya existido jamás: TÚ.
No temas, no desconfíes del prójimo, cree en tu valía, cosecha el sano egoísmo hacia ti mismo, cuídate y mímate.
Tú eres lo más importante que existe. Enamórate de la persona más hermosa, valiosa y atractiva que haya existido jamás: TÚ.
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