Playas vacías, hoteles con encanto sin huéspedes, aeropuertos sin colas, ciudades con atascos, piscinas cerradas, … es cierto se acaba el verano en España y todo vuelve a la rutina normal del día a día, vuelta al trabajo, los niños al colegio, los compañeros de trabajo, vuelve el jefe y los clientes. El ritmo nos vuelve a exigir estar al 100 % en tiempo récord.
Cada año pasamos por la misma situación y realmente cuesta un esfuerzo extraordinario mantener el relax y la falta de estrés que tras unos días fuera de la rutina hemos alcanzado con facilidad.
Lo malo vuelve y está cercano ¿o no?
Escribo este artículo porque tienes la oportunidad de convertir tu vuelta de las vacaciones en algo muy positivo que te beneficie. Aprovéchalo.
¿Te has creado una imagen de todo lo que quieres hacer después de las vacaciones?
Te confieso que yo si que lo he hecho, como la mayoría de todos nosotros queremos aprovechar “en septiembre” para hacer muchas cosas que no hemos hecho o que incluso aplazamos de los propósitos de inicio de año.
Me gustaría que este artículo te sirva para que esta vez si que lo aproveches y no vuelvas a “aplazar” tus sueños o deseos.
Veamos cuál es el punto de partida:
Durante unas semanas has estado libre de todas aquellas preocupaciones, ocupaciones, compromisos, hábitos y obligaciones; en este tiempo tu mente ha tenido la oportunidad de soñar sin la presión habitual del día a día, digamos que ha salido el Sol también en tu mente, iluminando aquello que es importante para ti y fortaleciendo las ganas de disfrutar intensamente de los beneficios de vivir la vida que deseas.
Entonces … Si es lo mejor para ti … ¿Por qué renunciar? ¿Qué sucede en ti que te impide alcanzar aquellos propósitos?
¿Qué harías si pudieras “coger las riendas” y
aprovechar la energía de tus vacaciones?
He preparado algunas sugerencias que pueden ayudarte a “coger las riendas” y no renunciar a tus propósitos, espero que te gusten y te sirvan.
1 - No puedes obtener resultados diferentes con la misma mentalidad que no obtuviste resultados.
Será muy complicado que alcances tus propósitos, si no tienes en cuenta que los creaste en un momento de relax, paz o reflexión. En aquel momento era posible, por tu distanciamiento personal y emocional. Ahora has de tener en cuenta, lo que no pensaste, cuando decidiste tus propósitos y objetivos.
Puedes planificar, “hacer hueco a lo nuevo”, quizás desprenderte de lo que no te sirve y empezar poco a poco, preparar el terreno e ir a por ello.
2 - No puedes obtener resultados solo fijándote en los beneficios de alcanzarlos. Fíjate en el proceso y también empieza poco a poco.
“Un camino de miles de kilómetros empieza por un simple paso” Lao Tzu
Aprender y pensar, también poco a poco, como será el proceso y qué vas a necesitar para alcanzar tu objetivo, te evita imprevistos y disgustos futuros.
3 - No esperes que lo que te costó mucho decidir, suceda porque sí.
Una vez has valorado el camino que has de recorrer, todo el proceso, aquello que tienes que mejorar, incluso aprender o desaprender, para crear el entorno favorable para que suceda todo lo que anhelas.
Pregúntate si merece la pena empezar el camino y si alcanzar tu propósito te aportará beneficios reales a todas las áreas de tu vida (relaciones, desarrollo personal o profesional, tiempo libre, ocio y diversión, carrera, espiritualidad, etc)
Si te compensa y te aporta beneficios reales personales, aquellos que son importantes para ti incluso a tu entorno más preciado. Entonces llega el momento del compromiso.
Comprométete contigo, con tus sueños o deseos y sobre todo con el proceso hasta que lo alcances, también poco a poco.
4 - No por correr más se llega antes.
¿Recuerdas el cuento de la liebre y la tortuga?
Sabes bien que precipitarse no es una buena solución cuando realizas algo muy importante. No busques caminos rápidos que te tientan, mejor haz un plano exacto de lo que realmente quieres y no lo olvides nunca, aunque te desvíes por cualquier razón siempre sabrás dónde quieres llegar y podrás volver fácilmente al camino que te lleve hasta allí.
5 - Disfruta y celebra a cada momento.
Si acabas de volver de vacaciones con lo que has disfrutado y te has relajado, no abandones tu bienestar y no pares de divertirte. Encuentra algo positivo cada día, recuerda los momentos de diversión con alegría no con nostalgia y celebra cada pequeño avance hacia tu gran meta.
6 - Comparte tu sueño y haz partícipes a tus seres queridos.
Hablar de lo que te apasiona te encantará. Si sientes miedo o no te sientes seguro/a de ti piensa que todos tenemos sueños y que tenemos el derecho de intentar alcanzarlos, además ¿quizás encuentres apoyos o buenas ideas para alcanzarlos?
Si no sabes como explicarlo o no tienes la seguridad que necesitas, espera, piensa en el proceso, apuntalo en una libreta, diseña tu plan de acción y cuando lo leas y sientas que depende solamente de ti, obtendrás la seguridad y energía que te faltaba para explicarlo a tus amigos o familiares.
¿Tiene sentido buscar un objetivo, propósito o sueño si no lo puedes compartir?
7 - Aprende cada día algo nuevo.
Se consciente que la curva del éxito es para todos igual, no queremos lo mismo a los 25 años que a los 30 o los 50, seguramente a ti te pasará igual.
Pregúntate, cada día, si lo que haces te llena plenamente y te acerca a lo realmente bueno y apasionante. Aprendelo y cambia si es necesario. Crea un sistema de control y mejora de tu satisfacción personal.
8 - “Los pies en el suelo la mente en el cielo”
Sueña, ilusionate, apasionate y lidera tu vida hasta dónde quieras llegar, pero siempre analiza la realidad, mide y valora si merece la pena cada esfuerzo y asegurate que es alcanzable para ti en este momento, si no lo es, busca otro sueño que te llene de vida o crea el entorno más favorable para que sea posible.
9 - Empieza poco a poco.
El pasado 25 de agosto de 2012, falleció Neil Amstrong, el primer hombre en pisar la Luna, todos hemos pronunciado alguna vez sus primeras palabras cuando aterrizaron en la Luna: “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad” el significado de aquella frase, en aquel momento fue muy importante, el pequeño esfuerzo que tuvo que realizar Neil Amstrong para dar aquel pequeño “saltito” y lo que significaba para la humanidad.
Piensa que por pequeños que sean tus pasos, los avances son enormes y el significado que pueden tener para ti, es lo que te hará dar otro paso más y otro, y otro hasta que “por arte de magia” tus sueños y deseos sean tu realidad y tu presente.
10 - Haz que valga la pena.
“Ya que me pongo en reformas, cambio la distribución”
En mis sesiones me gusta decir, y además estoy convencida, que se puede no renunciar a nada e ir a por todo, si te sientes capaz y si tienes un buen plan. Los retos grandes y extraordinarios te aportarán una sensación de bienestar en todos los niveles y áreas de tu propia vida, además pueden inspirar a tu entorno a “atreverse a vivir sus sueños”.
11 - Yo me lo guiso yo me lo como.
No es necesario que viajes solo, además de compartir con los demás quizás necesites que alguien te acompañe en el proceso o que te aporte aquellas herramientas que necesitas en cada momento.
Encuentra lo que necesitas para alcanzar tu sueño y hazlo, acude a los cursos que necesites, haz sesiones de coaching, pide consejo a las personas que ya han pasado por el proceso y descubre para siempre la sensación de bienestar que te aportan unas vacaciones.
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