Has apurado demasiado el tiempo entre las sábanas y ahora ya vas tarde al trabajo, como casi cada día te va a tocar correr, desayunas con prisa y con desgana, cualquier cosa vale; no tienes ni tiempo para arreglarte así que te marchas de casa vestido de cualquier manera, te has puesto lo primero que has encontrado y sales pensando que no vas bien. ¡ Menudas pintas ¡
Coges el coche para ir al trabajo y hay retenciones, tu malhumor va en aumento, por fin llegas a la oficina y nada más entrar te cruzas con esa persona que te cae tan mal, ni siquiera la saludas… y solo son las nueve de la mañana… imagina como puede terminar tu día.
Tu día no puede ir peor, no te sientes bien, no disfrutas de tu trabajo, no eres amable con tus compañeros, estás a la que salta, siempre a la defensiva.
Relájate! Cambia de actitud!
Mira como hubiera sido tu día si lo hubieras empezado de otra manera.
Como sabías que ibas a madrugar no te acostaste tarde, total para ver lo que echan en la tele, siempre el mismo rollo… Has dormido bien, te has levantado más descansado, con más energía para poder hacer frente al día que se presenta ante ti, desayunas con ganas, disfrutando de ese café de y de esas tostadas, te arreglas con calma, te gusta como te ves, coges el coche para ir al trabajo y decides ir todo el trayecto, que se hace largo por culpa de las retenciones, escuchando tu música favorita, esa música que te alegra el día, que te pone de buen humor. Por fin has llegado al trabajo, te cruzas con ese compañero que no te cae muy bien y decides darle una oportunidad, así que le regalas una sonrisa, y mira por donde, él también te sonrie a ti… y así hasta la noche.
Que tengas un mal día o un buen día depende de ti. Así que tengas un buen día!!! A no ser que tengas otros planes.
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