La Navidad nos demuestra el gran poder que tiene nuestra actitud.
¿Te das cuenta de que en estas fechas todo el mundo es mejor persona o se esfuerza para ello?
La gente está más sonriente, más amable, más cariñosa. Se extiende no sólo a la familia, sino a los amigos, los vecinos e incluso a los extraños.
En estas fechas los amigos se hacen notar, los vecinos dicen Feliz Navidad y los extraños te sonríen… algunos.
¿Qué nos hace estar así?
Es contagioso
Son unas fechas especiales envueltas en ese halo de magia, bondad y alegría en familia.
El ambiente nos contagia, las luces, los villancicos, la comida especial, el árbol, los regalos, los niños, el frío… Todo parece más suave, más lento, más cálido.
¿Quién crea todo esto? Todos contribuimos a subir la temperatura de la felicidad de la Tierra en estos días.
Nos acordamos de esos amigos que vemos menos y los llamamos, les mandamos mensajes. Nos acordamos de las personas a las que queremos y por supuesto de quienes ya no están entre nosotros.
Y cuando acaba la Navidad…
Y ahora, cuando termine la Navidad ¿cómo será nuestra actitud?
Pasadas estas fechas nos quitamos el uniforme de las Fiestas y continuamos como antes. Unos seguirán siendo así porque es su forma natural y otros bajarán el listón de su actitud navideña.
Es un poco absurdo ¿no te parece?
¿Por qué no mantenemos esa actitud durante todo el año?
No es tan difícil y además da unos resultados increíbles. Solo hay que proponerse seguir con esa actitud de felicidad más tiempo
¿Somos tontos? Si sabemos hacerlo ¿por qué no lo hacemos más tiempo o siempre?
Sabemos hacer las cosas bien pero sólo si toca la campana de la Navidad, nunca mejor dicho.
Se acaba el tiempo y todos volvemos a la actitud fácil. Me enfado cuando quiero y porque quiero. Critico a quien quiero y porque quiero. Y no estoy feliz porque no es Navidad.
Te propongo
Unos pequeños trucos que te pueden ayudar a mantener la actitud navideña todo el año. La actitud positiva y de felicidad.
Guárdate los mensajes que más te han llegado al corazón y reléelos durante el año.
Acuérdate de las personas a las que quieres y no ves mucho sin esperar a que pase un año. Hazles saber que te acuerdas de ellas.
Sorprende a alguien con un regalo inesperado, para agradecerle algo, para hacerle feliz o simplemente porque sí.
Haz una comida especial un domingo cualquiera, celebra que tienes una maravillosa familia.
Escribe cómo te has sentido en los mejores momentos de las Fiestas. Qué te ha producido esa sensación de felicidad, con quién estabas, qué estabas haciendo, cómo era el ambiente. Poder leerlo y revivirlo te traerá esa sensación agradable que tuviste.
Tus pensamientos y tu actitud dirigen tu vida. Es realmente lo que da color a tu existencia, el color que tú quieras.
Ten cerca esas fotos tan entrañables que sacaste estos días.
Te recomiendo que leas libros que te motiven.Aprovecha y pídele a los Reyes Magos, a Papa Noel o a Santa Claus uno de estos libros.
Celebra todo el año esa fiesta interior que te haces sentirte más feliz, aprende a crear ese ambiente a tu antojo.
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